¿Cómo se hizo ¡Qué guapa soy! (I feel pretty) de Abby Kohn y Marc Silverstein?

En ¡QUÉ GUAPA SOY! una mujer que sufre de una aguda inseguridad y baja autoestima que la coartan cada día despierta de una brutal caída en una clase de ejercicios convencida de ser de repente una supermodelo. Con esta nueva confianza en sí misma se siente capaz de vivir su vida sin miedos ni complejos pero, ¿qué sucederá cuando se dé cuenta de que su aspecto no ha cambiado?

Cuando Renee Bennett (Amy Schumer, “Y de repente tú”) se mira al espejo, ve a una mujer que no es lo bastante buena y que se siente invisible, con un trabajo estable, un apartamento decente y amigas fieles. Pero siempre ha soñado con más. Quiere ser guapa, la clase de guapa que es indiscutible, con todas las ventajas que conlleva. Una noche lluviosa, se siente inspirada tras ver la película “Big”, se dirige a un parque local, lanza una moneda a una fuente y suplica al universo que le conceda su mayor deseo: ser guapa.

Al día siguiente, decepcionada al ver que su deseo no se ha cumplido, decide ir a su clase de ciclo sala. El ambiente del gimnasio intimida bastante, pero se arma de coraje, fija la vista en su monitora y se concentra… hasta tal punto que se resbala del manillar, se estampa contra el suelo y se golpea la cabeza -no solo una, sino dos veces- antes de quedar inconsciente. Al despertar, atontada, ensangrentada y sin un gran mechón de pelo, se lleva el susto de su vida cuando se mira en un espejo. Su deseo se ha hecho realidad. Por primera vez, puede decir ¡QUÉ GUAPA SOY! e ir en serio.

Lo que Renee no sabe es que su aspecto exterior no ha cambiado lo más mínimo. Para sus mejores amigas, Vivian (Aidy Bryant, “Saturday Night Live”) y Jane (Busy Philipps, “Vice Principals”), Renee tiene exactamente el mismo aspecto de siempre. Pero le siguen el juego porque la confianza y el carisma de la “nueva” Renee se han disparado. Y eso es bueno. Gracias a esa recién adquirida seguridad en sí misma, se lanza y conoce a un tipo estupendo (Rory Scovell, “Casa Casino”), borda una entrevista de trabajo e incluso se apunta a un concurso de bikinis sin un ápice de miedo ni inseguridad.

Después de seis años en una mugrienta oficina en un sótano, Renee se une a la gente glamurosa en la sede central de la 5ª Avenida del gigante de los cosméticos Lily LeClair. La compañía de belleza de élite se dispone a lanzar una línea para mujeres corrientes. Para la consejera delegada Avery LeClair (la nominada al Óscar en cuatro ocasiones Michelle Williams, “Manchester frente al mar”) y su abuela, la fundadora de la compañía, Lily (Lauren Hutton, “American Gigoló”), Renee ofrece la perspectiva que necesitan para hacer que su nueva línea resulte atractiva para la compradora común. Renee ve cómo por primera vez en su vida sus ideas despiertan interés. Además, el hermano playboy de Avery, Grant (Tom Hooper, “Juego de tronos”), también siente curiosidad por la confianza en sí misma que exhibe Renee y desea conocerla mejor.

Sentirse guapa es tan alucinante como Renee imaginaba, pero también descubre cosas que no esperaba. Por ejemplo, Avery, pese a su vida perfecta, tiene auténticos problemas de confianza. Y Mallory (Emily Ratajkowski, “Perdida”), la modelo perfecta que va al mismo gimnasio que Renee, tampoco tiene todas las respuestas y es capaz de sentirse tan desconsolada como alguien con el aspecto de Renee. Incluso Renee, impulsada por su recién adquirida confianza, se topa con dificultades que no puede arreglar únicamente con su aspecto. Pero su extraordinaria “transformación” lleva a Renee, y a aquellos que la rodean, a darse cuenta de que la forma que tienes de sentirte sobre ti mismo representa verdaderamente tu potencial como persona para hacer realidad tus sueños y alcanzar la felicidad.

¡Búscate la vida!

Amy Schumer no dudó en aceptar el papel de Renee Bennett. Las esperanzas y los complejos del personaje ofrecían interminables oportunidades para el humor, así como auténticas verdades sobre la vida de las mujeres. “Lo que me atrajo de la película fue el mensaje”, afirma la prolífica actriz, guionista, cómica monologuista y productora. “Es justo lo que quería transmitir en este momento exacto. Lo único que he querido siempre es hacer reír a la gente y que se sientan mejor, y creo que eso es justo lo que consigue esta historia”. Fue fácil identificarse con Renee. “Es una recopilación de todas mis amigas y yo, y cómo deseas que tus mejores amigas pudieran verse como tú las ves”, explica Schumer. “Renee no sabe el potencial que tiene. Espero que verla pasar por esa experiencia ayude a otras personas”. Aidy Bryant, que interpreta a Vivian, la amiga de Renee, cree que así será. “La esencia de la historia trata sobre querer vivir tu vida sin inhibiciones, sin permitir que una vocecita de duda cambie tu modo de comportarte”, opina Bryant. “Y Amy es así, es la caña total. No se deja intimidar y mola ver eso en acción”. El actor y cómico monologuista Rory Scovell, que interpreta a Ethan, el novio de Renee, se muestra de acuerdo. “El diálogo social actual en torno a las mujeres, criticarlas por su cuerpo y las percepciones son temas que Amy trata en su humor y están todos en esta película”, asegura. “Es importante que este mensaje venga acompañado por un rostro y el de Amy es perfecto para difundirlo”.

La idea de una película sobre una mujer que sufre una lesión de cabeza que cambia la imagen que tiene de sí misma empezó a gestarse hace varios años con los guionistas y directores Kohn y Silverstein. “Sabíamos que tendríamos que hilar fino con el tono, pero pensamos que podría resultar muy divertida y decir algo en lo que creemos”, opina Kohn. “También sabíamos que queríamos dirigirla, así que la dejamos aparcada hasta que pudiéramos dedicarle tiempo”.

La inspiración provino de algunas de las películas favoritas de los dos. “Es un homenaje a ‘Big’, ‘Tootsie’ y todas esas grandes películas de cambiazos con las que nos criamos y que nos encantaban, aunque a la vez se ríe de ellas”, aporta Silverstein. “La verdad es que ya no se hacen películas así, por lo que tuvimos que hacer que esta pareciera actual, y no algo sacado de los 80 o los 90”.

Su solución acabó siendo algo muy simple: mantenerla real. “Nada de magia, ni de trucos visuales, ni de planos que sean nada más que la realidad de la película que estás viendo”, explica Silverstein. “Todo gira en torno a la percepción que tiene Renee de sí misma y la tensión con cómo la ve el mundo”. Kohn recuerda: “Uno de los retos fue convencer a todos de la idea de que nunca vamos a ver a esa chica de ninguna otra forma distinta a como es en realidad, ¡y ahí está la gracia!”.

Aún así, la transformación interna de Renee la dota de un brillo y un porte que nunca había tenido, lo que fue divertido de interpretar. “El mayor reto fue hacer de Renee antes de que se golpee la cabeza”, admite Schumer. “Dejar que fluya por ti esa vulnerabilidad y esa baja autoestima mientras lo representas ante las cámaras resulta duro y emotivo. Es mucho más fácil interpretar la versión Sasha Fierce del personaje, cuando se siente sexy”.

La entrega de Schumer con ambas versiones de Renee entusiasmó al equipo responsable del proyecto. “Amy no le teme a nada y se lanza a hacer esas escenas sin ego ni vanidad, lo que resulta muy divertido en una comedia que gira en torno a una persona”, opina Kohn. “No conseguirías que quedara tan divertido ni con la misma emoción con alguien a quien le preocupara cómo iba a quedar”.

Kohn, Silverstein y los productores de ¡QUÉ GUAPA SOY! (de Voltage Pictures y Wonderland Sound and Vision) tenían todos a Schumer en lo más alto de su lista de preferencias para el papel. Pero allá por marzo de 2017, cuando se formó el equipo responsable del proyecto, la humorista ya estaba ligada a otra comedia con protagonista femenina cuyo rodaje estaba previsto para ese verano. Poco después, también estaba comprometida para debutar en Broadway en otoño en la obra de Steve Martin “Meteor Shower”, que la mantendría ocupada hasta principios de 2018.

Pero, un momento. “A los pocos días de llegar a un acuerdo definitivo con el guion, se anunció que Amy ya no iba a hacer la otra película, de modo que había un pequeñísimo hueco en su agenda”, recuerda Dominic Rustam, de Voltage. Los productores no dejaron pasar la oportunidad. “Su agente y representante leyó el guion a lo largo del fin de semana y le encantó”, prosigue Rustam. “Al viernes siguiente, recibimos un correo electrónico diciendo que Amy también lo había leído y quería hablar con los directores por Skype al día siguiente. Cerramos el trato en menos de dos semanas. Nunca había visto nada suceder tan rápido, pero obviamente Amy posee una gran fuerza para sacar adelante un proyecto. También es productora de la película y ha sido genial colaborar con ella”.

Los astros se habían alineado. El rodaje empezó el 27 de julio de 2017, con dos días de rodaje en las calles de Nueva York, tras lo que se trasladó a Boston para el resto de la filmación. “El hecho de que estuviera disponible y pudiéramos hacer la película antes de que empezara a trabajar en Broadway hizo que pareciera que el proyecto estuviera destinado a salir adelante”, sostiene Mary Viola, de Wonderland.

Nadie disfrutó tanto con la noticia como Abby Kohn y Marc Silverstein. “Amy no solo es la mujer más graciosa del mundo del espectáculo, sino que también posee un tremendo optimismo y una gran dulzura subyacentes”, afirma Silverstein. “Eso es lo que necesita el personaje, no queremos que parezca sarcástica y cruel cuando empieza a sentirse atractiva. Amy es capaz de llevar el humor más lejos, pero sin dejar por ello de resultar real y auténtico, y se gana a la gente. Los lugares a los que llega como actriz y el enorme sentimiento con el que dota a su interpretación conectará con muchas personas distintas”.

Amigos y familia…

Kohn y Silverstein esperaron mucho tiempo para tener la oportunidad de dirigir su trabajo. “Es algo que hemos querido hacer desde que nos conocimos en la escuela de cine, y nos hemos imaginado cómo dirigiríamos todo lo que hemos escrito desde entonces”, aporta Silverstein. “Resulta satisfactorio tener por fin ese control”. “Nuestra colaboración como directores es ciertamente una extensión de nuestra colaboración de 20 años como guionistas”, prosigue. “Tenemos una imagen mental completa de esta película, así que ya estamos en la misma onda cuando tenemos que tomar decisiones durante el rodaje”.

La pareja contó con todo el apoyo de sus productores. “McG y yo tenemos un largo historial colaborando con directores noveles”, declara Viola, de Wonderland. “Como él mismo es director, McG puede ser duro con otros directores, para asegurarse de que estén preparados. Pero Abby y Marc nos dejaron pasmados cuando nos detallaron su visión de la película. Escribieron un guion con un mensaje inspirador y asombroso, pero lo envolvieron en risas y diálogos que hacen que parezca actual, atrevido y guay”.

El mensaje motivador de ¡QUÉ GUAPA SOY! también trata sobre la amistad, y sobre cómo el cambio que sufre Renee afecta a sus relaciones con sus amigas de siempre. “Jane y Viv son chicas normales que viven en Nueva York y hacen lo que pueden”, comenta Busy Phillips, cuyo personaje, Jane, es una técnica veterinaria. “Sirven de barómetro para Renee cuando cree que le ha pasado algo mágico”.

Schumer y Bryant, que interpreta a Viv, ya gozaban de 10 años de amistad en la vida real cuando empezaron a rodar ¡QUÉ GUAPA SOY!. Phillips era la nueva incorporación a su grupo. “Aidy se ha convertido en una de mis mejores amigas”, asegura Schumer. “Somos iguales. No queremos más que pasarnos el día bromeando y metiéndonos la una con la otra para hacernos reír. Busy encajó genial en esa dinámica”. Bryant concuerda: “Hay un cierto ritmo cómico que Amy, Busy y yo compartimos. Todas nos dedicamos a la comedia, así que nos resultó fácil trabajar juntas”.

Esa onda común quedó patente en una secuencia en el hortera Bar 169, donde las amigas quedan con un trío de posibles pretendientes online (del sitio “GrouperDate”), lo que da pie a una ronda relámpago de improvisaciones picantes. “Me costó mucho contener la risa en la escena del bar”, confiesa Phillips. “Amy fue como una cómica del insulto con Aidy, conmigo y con los chicos durante alrededor de hora y media, y tuvimos que aguantarnos”.

Los giros que dio la escena no sorprendieron al coproductor Kevin Kane, que colabora con Schumer desde hace tiempo. “Con Viv y Jane, hay un paralelismo con Amy y sus amigas más íntimas”, explica. “Se crece con los desvalidos y queríamos que eso fuera justo lo que representaran las chicas. Se vuelven adorables y abiertas, y muestran todos sus defectos; cuando todo el mundo está dispuesto a hacer eso, da pie a muchas risas en el rodaje. Los chicos de esa escena son cómicos que conocemos de Nueva York y todos se daban pie unos a otros”. Para Bryant, marcó el tono de su interpretación de Viv. “Nuestras escenas del bar se filmaron al principio del rodaje y nos sirvieron para entrar en sintonía”, señala. “Llegué un poco nerviosa y acabé pensando que era muy divertido. No hay nada mejor que improvisar con gente graciosa”. Los directores también estaban complacidos. “Amy, Aidy y Busy pasando el rato juntas… no me puedo imaginar a muchas mujeres que vean esa escena y no quieran ser también amigas suyas”, opina Kohn.

Todos agradecieron que Kohn y Silverstein se mostraran abiertos a la improvisación. “La improvisación puede ser un tema candente para guionistas que son directores, pero permitieron a los actores probar cosas nuevas y obtuvieron un material excelente de Amy, Nikki Glaser y Dave Attell”, aporta Viola. “En Bar 169 con la escena de GrouperDate, les dejaron libertad. Sacamos algunas cosas estupendas de ahí, y también de algunos de los momentos cuando Renee se apunta al concurso de bikinis”. Silverstein lo veía como lo mejor de ambos mundos. “La mayor parte del tiempo filmábamos la escena tal cual y luego dábamos la oportunidad a la gente de probar otros chistes o cosas diferentes”, explica. “Queríamos estar abiertos a lo que iba a ser la escena y a lo que la gente aportaba a la misma. Teníamos el guion que habíamos escrito, pero además conseguimos otras cosas sensacionales”.

No todos los miembros del reparto tenían experiencia en improvisación, pero todos estuvieron a la altura. “Emily Ratajkowski, por ejemplo, no es conocida por su humor”, comenta Rustam, “pero ya había trabajado antes con ella y sabía que, ademas de ser humilde y sencilla, es graciosa y cómoda, por lo que fue una decisión sencilla incluirla en todo eso. Una vez se metió de lleno, fue capaz de improvisar y bromear sobre la marcha con Amy y las escenas quedaron fantásticas”. Tom Hooper, que interpreta al sofisticado Grant LeClair, también lo pasó bien. “Amy tiene un gran talento para elevar a un actor que pueda no estar tan versado en la comedia”, comenta. “Se saca cosas de la manga que no te esperas. Disfruté mucho reaccionando a lo que se le iba ocurriendo”.

El set de ¡QUÉ GUAPA SOY! estaba lleno de profundas conexiones en el mundo de la comedia. “He trabajado cuatro veces con Amy, tres en ‘Inside Amy Schumer’”, aporta Adrian Martinez, que interpreta a Mason, compañero de su primera oficina. “Caminaría sobre cristales rotos por ella. Llevaría botas puestas, pero aun así caminaría sobre cristales por ella”. Entre los miembros del reparto que también se han cruzado con ella en “Inside Amy Schumer” y “Saturday Night Live” -así como en el circuito de los clubes de comedia- figuran Scovel, Bryant, Attell, Glaser, Sasheer Zamata, Phil Hanley y Kyle Grooms. “Hice de telonera de Dave Attell de gira durante años”, apunta Schumer. “Es mi cómico favorito y uno de mis mejores amigos”. Busy Phillips también tenía grandes conexiones. “Marc Silverstein es mi marido y Abby Kohn es una de mis amigas más íntimas”, comenta la actriz. Su mejor amiga en la vida real, Michelle Williams, con la que compartió protagonismo en “Dawson crece”, también formaba parte del elenco. “¡QUÉ GUAPA SOY! Está coescrita y dirigida por uno de mis amigos más íntimos, Marc Silverstein, que además está casado con mi mejor amiga, Busy”, declara Michelle Williams. “Suponía una oportunidad estupenda para mí de trabajar con familia y también de trabajar con Amy, alguien a quien he admirado desde lejos desde hace tiempo. Me encanta lo que Amy representa, lo que defiende”.

El reparto y el equipo estaban deseando ver a Williams en acción. “Mi agente mencionó a Michelle y a Amy, y por eso acepté el papel”, asegura Lauren Hutton. Phillips sabía que Williams les mostraría a todos algo nuevo y ella también quería verlo. “Tiende a trabajar en proyectos muy intensos, pero la Michelle con la que yo paso el rato es graciosa, payasa y ligera”, aporta. “Esta era una oportunidad genial para ella, para mostrar algunas de esas facetas con Amy. El papel es muy divertido y se encontraba en un entorno seguro, porque conoce a Marc y a Abby desde hace tanto tiempo como yo. Hay una confianza intrínseca, como con tu familia. Solo teníamos una escena juntas, pero me quedé unos cuantos días más para verla trabajar”.

Difusión…

Williams interpreta a la elegante Avery LeClair, una mujer que no tiene ni un ápice de corriente. Es abogada, tiene un máster en administración de empresas de Wharton y es consejera delegada de una prestigiosa compañía internacional. Pero también la aquejan la duda y la vergüenza cada vez que habla. “Avery parece muy distinta a otras personas”, explica Williams. “Es la jefa, es ambiciosa, ha estudiado y viajado mucho, pero también es objeto de ridículo por su desafortunada voz”.

El guion describe la voz como “un tanto aguda y sumamente chirriante, que no encaja para nada con su conducta”. Williams siguió a partir de eso. “Tenemos un perro en casa llamado Lucky que habla así”, desvela. “Cuando leí el guion, pensé: “Oh, vaya, la verdad es que no pongo voces, no soy una persona graciosa”. Pero podía imitar la voz del perro. Ahora nos reímos mucho en nuestra casa comentando cómo Lucky aparece en una película”. “El mayor reto es no hacer la voz, porque la verdad es que es tranquilizadora y extrañamente adictiva”, prosigue Williams. “Hace que te sientas como que la gente va a protegerte. A veces la uso cuando llamo al servicio de habitaciones o reservo un coche, simplemente para mantener a Avery cerca de mí”.

Pero Williams no reveló la voz a sus compañeros de ¡QUÉ GUAPA SOY! hasta que se presentó en el set de rodaje. Pilló a unos cuantos desprevenidos. “No me esperaba que Michelle fuera tan graciosa”, admite Hooper. “A veces resultaba difícil interpretar frente a esa voz, porque es muy graciosa”. El defecto de Avery servía a otro propósito. “Intentamos dar a cada personaje algo con lo que no se sintieran muy bien, algo que pusiera en evidencia que no son perfectos”, aporta Silverstein.

Incluso la legendaria Lily LeClair. “Lily es la chica que tuvo unos comienzos muy humildes y logro levantar todo un imperio, pero sigue sin sentirse digna, como la pobre chica de Baltimore que solía ser”, cuenta Kohn. “Todo el mundo tiene algo, aunque esté profundamente enterrado, que los demás no saben que llevan consigo, y que les hace sentirse inferiores”.

Incluso el hombre del que se enamora Renee. Sus compañeros de trabajo lo llaman “el paliza”. Como explica Kohn: “Pese a ser hombre, Ethan nunca ha sentido que encaje con los demás hombres”. Eso se debe a Silverstein. “Ethan se basa más bien en mí”, admite. “No me van mucho los temas masculinos. Me gustan los deportes, pero ciertas partes de esa cultura no me gustan ni un pelo. Resulta un poco lamentable”. Scovel se define de forma similar: “Ethan es un tipo despreocupado, que no se entromete en nada, hasta que conoce a Renee. Yo también soy de esos a los que no les gusta molestar a nadie”.

Cuando Renee persigue a Ethan con tanta seguridad, le cambia la vida a este tipo tan modesto. “Ethan pasa rápidamente de ser alguien a quien una desconocida le pide una cita en una tintorería a ver a esa cita tan sumamente segura de sí misma tomando parte en un concurso de bikinis”, explica Scovel. “A esas alturas, ni siquiera se siente cómodo presenciando un concurso de bikinis, mucho menos todavía saliendo con alguien que participe en él”.

La secuencia del concurso de bikinis se filmó a lo largo de dos días en el Carousel Lounge de Salisbury, un pueblo costero de Massachusetts a una hora aproximadamente al norte de Boston, y fue la favorita de Schumer. “Tal y como estaba escrita originalmente en el guion, yo me limitaba a salir, girar y saludar a los jueces”, recuerda. “Pero acabó convirtiéndose en una locura, sumamente divertida y verdaderamente liberadora de filmar para mí”.

Después de las introducciones del presentador Attell, Renee bailaba al ritmo de la canción de cuatro minutos “Swalla”, de Jason Derulo, con Nicki Minaj y Ty Dolla $ign, mientras un grupo de modelos en bikini posaba tras ella en el pequeño escenario del Carousel. “Danielle Flora, que es la coreógrafa de ‘Saturday Night Live’, me dio la idea de echarme agua por encima”, comenta Schumer. “No podía estar físicamente presente en el set, así que envió un vídeo. Cuando la vi echarse agua por encima, me dije: ‘¡Eso tengo que hacerlo!’”.

Al final del segundo y largo día de trabajo en Salisbury, que también sirvió de escenario de una romántica escena en un paseo marítimo, Schumer no estaba del todo lista para volver al hotel y relajarse. Tenía otras cosas rondándole por la cabeza. Heather Heyer había muerto pocos días antes en las protestas contra la marcha de los supremacistas blancos en Charlottesville, Virginia. “Mientras estábamos trabajando en Salisbury, Amy se fijó en una sala de conciertos (Blue Ocean) que había en el paseo marítimo y organizó un espectáculo de monólogos para ella, Dave Attell y para mí para esa noche, cuando termináramos de rodar”, recuerda Scovel. “Fue alucinante salir al escenario durante el rodaje de una película con otros cómicos monologistas para un público que probablemente no podría ver un espectáculo así en su localidad. Todo el dinero se destinó a una buena causa”. La causa fue una beca a nombre de Heather Heyer.

Sede central…

Renee Bennett vive el sueño de su vida tras el mostrador de recepción de las elegantes oficinas de la Quinta Avenida de Lily LeClair. Su propio apartamento modesto, situado sobre un restaurante de Chinatown, es donde se fraguan sus sueños.

El diseñador de producción William O. Hunter creó ambos paisajes oníricos en platós cerrados improvisados en Boston. “El metro cuadrado en el centro es caro, pero el mercado de flores de Boston estaba libre y tenía justo el espacio suficiente para que pudiéramos construir nuestros sets”, comenta el productor ejecutivo Justin Bursch. En el mercado de flores se llevaron a cabo 10 días de rodaje, y también sirvió como campamento base cuando la producción se trasladó por distintos lugares del barrio colindante de South End.

Además de su excursión a Salisbury, ¡QUÉ GUAPA SOY! se desplazó hasta Celley’s Pub & Grub, un antiguo bar clandestino en la localidad cercana de Lyn (también conocida como la “Ciudad del Pecado”) para las escenas de Bar 169, y al Aeropuerto Regional de Worcester, que hizo las veces de aeropuertos tanto de Nueva York como de Boston, en el último día de rodaje. Entre las restantes localizaciones destacadas figuran el restaurante China Pearl, en el histórico barrio chino de Boston, el restaurante Menton, en el distrito del puerto marítimo, el hotel Ames y el hotel Langham, ambos del centro, y, por supuesto, el gimnasio SoulCycle, en el centro comercial de las afueras Dedham Legacy. Liberty Hall, en el hotel Revere de Boston Common, hizo las veces del escenario en Brooklyn en el que se celebra el evento de lanzamiento de Lily LeClair.  Pero el mercado de flores fue su base.

Hunter tuvo mucho que hacer en poco tiempo para crear sus decorados principales. “Creamos una compañía ficticia y las marcas que engloba, y lo mantuvimos todo completamente contenido a un decorado”, explica después de terminar las oficinas de LeClair. “Nos movimos en el límite entre ligeramente fantástico, ligeramente de cuento de hadas y ligeramente real, dependiendo de lo que esté pasando Renee y de la imagen equivocada que tenga de lo que está sucediendo”. En otras palabras, es un lugar único en su especie, aunque algunas de sus comodidades y elementos de diseño más extravagantes existen de verdad en instalaciones corporativas modernas. O como explica Kohn: “William O. Hunter nos proporcionó el espíritu eco chic de la época en Lily LeClair, aumentado como un 15%. Queda maravilloso filmado y proporcionó a los actores elementos divertidos con los que trabajar”.

Hay un contraste muy marcado entre los mundos de Renee. “Su apartamento tiene ese aire descarnado que buscaba, el de un típico cuchitril de Nueva York”, comenta Hunter. “El departamento de informática donde trabaja al principio es como otra sauna de Chinatown. Quería un aire del Nueva York anterior a la gentrificación, de modo que se pudiera sentir su lucha en la dura ciudad mientras se esfuerza por intentar ascender en el escalafón”. Renee alegró su nidito con vistosos hallazgos de la tienda de segunda mano. La decoradora Bridget Keefe adquirió artículos del sitio web craigslist y de casas de atrezo, almacenes de restos arquitectónicos, tiendas de antigüedades, tiendas de segunda mano y casas de empeño para el mobiliario. “Estar en una parte más antigua del país ayuda mucho, en lo referente a lo que se puede encontrar”, opina.

Los espejos, aunque son complicados a la hora de filmar con ellos en un set de rodaje, tienen un papel importante en ¡QUÉ GUAPA SOY!. “Teníamos seis o siete espejos bastante grandes repartidos por el apartamento de Renee”, recuerda Keefe. “El equipo de rodaje tuvo que tener mucho cuidado al filmar para que se pudiera ver el espejo en el encuadre, sin que saliera toda la gente que estaba trabajando tras la cámara. Pero para Abby y Marc el esfuerzo merecía la pena. El apartamento es donde Renee es completamente ella misma. Todo lo que hay allí representa dónde ha estado y dónde se encuentra, aunque no necesariamente adónde quiere llegar”.

Renee tiene la mira puesta en la Quinta Avenida y Hunter utilizó elementos muy imaginativos del mundo natural para crear un entorno exótico para esta parte de la historia. “Pasa de un ambiente claustrofóbico a un mundo que se abre significativamente, un mundo de lujos en el que la gente tiene la capacidad de introducir la naturaleza en su entorno”, explica Hunter. “Se trata de un rascacielos de Manhattan con una cafetería en la que te puedes comer realmente las paredes. Muchos lugares tienen paredes de helechos por el oxígeno, pero esta gente puede llenarse el plato del jardín que tienen en mitad de su área de trabajo”.

Los símbolos del éxito de la sede central de LeClair también incluyen una sala de conferencias rodeada de un foso poco profundo con nenúfares flotando. El escritorio de Renee es una enorme roca del desierto situada en mitad de un vestíbulo y decorada con fragmentos nudosos de madera flotante. Las paredes del color del mar tienen fotografías de hermosas mujeres, entre ellas la propia fundadora de la compañía, Lily LeClair, en distintos momentos de su fabulosa carrera de modelo. Esas fotos incluyen imágenes familiares e icónicas de Lauren Hutton, que interpreta a Lily, de diversas etapas de su fenomenal carrera de modelo. “Lily contrató a los mejores fotógrafos del mundo, los mejores maquilladores y peluqueros, la mejor iluminación y luego colgó fotos de sí misma”, observa Hutton riendo. “No pagó a ninguna modelo”.

La diseñadora de vestuario Debra McGuire se divirtió vistiendo a ambas mujeres LeClair. “Quería que Avery fuera algo a lo que la gente aspirara, y mostrar una relación entre ella y su abuela”, explica. “Vestí a Lauren de Chanel retro, y quería que Avery fuera una versión más moderna de eso, con su propio estilo. Gucci y Dolce & Gabanna era lo que más convenció a Michelle, así como a mí y a los directores”.

También había docenas de actores de fondo a los que vestir para las escenas de las oficinas y el evento de lanzamiento. “Las oficinas de Lily LeClair me preocupaban desde el principio”, admite McGuire. “William y yo colaboramos en eso. El set era un entorno hípster con un poco de Malibú, pero aun así yo quería que la ropa siguiera pareciendo de Nueva York. Usé blanco y negro con toques de color, pero con un aspecto muy editorial y de alta costura. Queríamos que se vieran muy lujosas y por encima de lo común, para hacer que pareciera un lugar fuera del alcance de Renee”.

Pero resulta que Renee tiene lo que hace falta para convertirse en una joya de la corona de LeClair. Solo tiene que ser ella misma. “Renee es una chica que encandilará a todo el mundo, porque deseaba muchísimo dejar atrás su propio cuerpo y ser otra persona, pero siempre ha estado todo ahí”, comenta Naomi Campbell, que interpreta a la estirada directora financiera, Helen. “Todos tenemos dentro un poco de Renee en algún momento de nuestras vidas”.

Y todos sabemos que ser uno mismo puede costar un poco. Pero Lauren Hutton, que otrora fuera “una chica alta y muy delgada de los pantanos de Florida”, tiene algún consejo que ofrecer. “Sé cómo se sienten las chicas, y las señoras mayores”, asegura. “He recorrido todo el espectro, de un extremo a otro, y aún sigo sorprendida. Pero debes saber que, cualquiera que sea el problema que tiene tu aspecto en opinión de tu madre -o tu padre, tus novios, tías, tíos o los demás niños- tienes que mirarte al espejo con buenos ojos, no a través de los ojos de otra persona”.

 

Que Guapa Soy (15)

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