La película maldita: el siniestro fallo que mató al protagonista de «El cuervo» en pleno rodaje

Brandon Lee perdió la vida el 31 de marzo de 1993 después de que otro actor le disparase accidentalmente

E.R. – ABC (31 de marzo de 2018)

Brandon Lee empezaba a despuntar como actor en 1993, apadrinado por un apellido que le hacía fuerte en el gremio. Rodaba por aquel entonces «El cuervo», una cinta basada en un cómic de la que se esperaba que tuviera gran éxito y que colocara a su protagonista en la cima, pero nada salió como se pretendía.

Alex Proyas, el director del filme, citó a todo su equipo la noche del martes 30 de marzo. Un día normal de trabajo en el estudio de Wilmington para hacer pequeños avances, casi los últimos que quedaban para terminar de rodar y enviar la película a montaje. Tocaba trabajar en una escena aparentemente sencilla en la que el protagonista del filme (Brandon Lee) llegaba a casa y encontraba a un grupo de delincuentes abusando de su novia. En la ficción, suponía la muerte de un personaje que después regresaría de entre los muertos, pero derivó en una muerte real.

Después de varias pruebas, llegó el momento de rodar. Proyas había decidido que uno de los cuatro matones que abusaban de la novia llevase un Magnum del calibre 44 -cargado con balas de fogueo- con el que dispararía a Lee una vez entrase por la puerta. Fue un único tiro. Fatídico. Todo parecía controlado pero en ese momento se descontroló por completo.

Brandon Lee yacía en el suelo sin poder moverse. Al principio todos pensaron que se había saltado el guion, ya que estaba previsto que inicialmente cayese hacia delante pero se fue hacia atrás al recibir el impacto de la bala. Nadie se movió hasta que oyeron el «¡Corten!» del director, ni siquiera el propio Lee, que solo acertó a levantar el brazo pidiendo ayuda. Fue entonces cuando el resto del equipo vio que el charco de sangre que había a su alrededor era real y no ficticio, como debería haber sido. El impacto de la bala en el abdomen le había producido una grave hemorragia.

El actor fue trasladado al hospital, donde fue operado de urgencia durante más de seis horas hasta que fue declarado muerto poco después de la una de la madrugada. La bala le causó una grave hemorragia interna en el estómago que impedía que le coagulara la sangre. Fue el último incidente de un rodaje que parecía maldito desde que se preparó. Un miembro del equipo se electrocutó preparando los decorados, uno de los publicistas sufrió un grave accidente de tráfico y una tormenta destruyó parte de los decorados y dejó enfermo a la mitad del «staff».

Las circunstancias de la muerte todavía hoy siguen siendo objeto de rumores y leyendas, especialmente porque Lee encarnaba a un personaje que volvía de la muerte. El metraje de la toma fatal fue utilizado como evidencia en la investigación policial y después fue quemado personalmente por el director del filme. Quedó esclarecido que el equipo técnico de la película cometió un fallo fatal a la hora de cargar las balas. Utilizaban cartuchos reales a los que les retiraban la pólvora para dar mayor autenticidad a las escenas, pero mezclaron por error un tipo con otro y dejaron la munición equivocada en la pistola que iba a disparar Michael Massee, un actor al que de por vida le persiguió la imagen de Brandon Lee tirado en el suelo.