Muere a los 75 años el actor británico Tom Wilkinson, intérprete de ‘Full Monty’

Nominado dos veces al Oscar, fue uno de los grandes secundarios del cine y participó en películas como ‘Shakespeare enamorado’ o ‘Michael Clayton’

Londres – El actor británico Tom Wilkinson, uno de los rostros que saltaron al estrellato en la popular comedia Full Monty en 1997, ha fallecido en su casa a los 75 años de edad, dejando tras de sí una estela de interpretaciones como sólido secundario de lujo en más de 130 producciones de cine y televisión. Aunque su nombre siempre estará ligado a la historia de un grupo de desempleados que deciden montar un espectáculo de striptease en la ciudad inglesa de Sheffield, un papel que reeditó este mismo año para la miniserie que Disney+ promovió 26 años después, la trayectoria de Wilkinson acumula dos nominaciones a los Oscar, un premio BAFTA y otras cinco candidaturas a los galardones otorgados por la Academia de Cine de Reino Unido y decenas de roles a los que el intérprete de Leeds otorgó a sus personajes autenticidad y dimensión humana.

En la memorable Full Monty, Wilkinson daba vida al excapataz Gerald Arthur Copper, el más reacio miembro de la banda de perdedores que montan el espectáculo de striptease. Él mismo explicaría, dos años después del probado éxito de la película, que su presencia fue casi un accidente: “Me ofrecieron simultáneamente el papel principal en una serie de televisión y un posible papel en una película de bajo presupuesto, y recuerdo haber llamado a un amigo que me decía: ‘Acepta la televisión, acepta la televisión’, pero no seguí su consejo, y la serie resultó ser muy mala”, explicó, mientras Full Monty, una película de bajo presupuesto, resultó ser la más taquillera hasta ese momento en Reino Unido y llevó su carrera a un nuevo nivel a ambos lados del Atlántico.

La fama le llegó con casi medio siglo cumplido, pero su contribución al panorama interpretativo comenzaría la edad de 18 años, cuando dirigió una obra de teatro, una epifanía que lo llevó a formarse en la prestigiosa Real Academia de Arte Dramático (RADA, en sus siglas en inglés) británica por la que han pasado nombres propios de la industria de Reino Unido. Según él mismo confesaría años después, aquella obra que dirigió cuando alcanzó la mayoría fue el momento en que descubrió qué quería hacer con el resto de su vida. “Por primera vez, empecé a hacer algo que sabía cómo hacer”, declararía años después, cuando reconoció que perfiles como el suyo, alguien procedente del norte de Inglaterra, podían ser parte de la escena británica. “Me di cuenta de que gente como yo podían ser actores, y una vez lo entendí, nunca cambié de opinión”, declaró.

Su cara tardó en ser reconocida para el gran público, no fue hasta 1986 cuando obtuvo su primer papel relevante en la pantalla, cuando lo reclutaron para la miniserie First Among Equals, basada en el best seller de Jeffrey Archer, en la que conoció a la que, desde 1988, ha sido su esposa, Diana Hardcastle, la madre de sus dos hijas, y con quien repetiría de nuevo en la serie de televisión Los Kennedys, en 2011, en la que intepretaban a un matrimonio; y en la película de acción Una decisión peligrosa. En 2005 fue nombrado Oficial de la Orden del Imperio Británico (OBE, en sus siglas en inglés) por sus servicios en el teatro.

Pero si hubo un hito que hizo a Wilkinson orgulloso fue su papel en el filme En la habitación, de Todd Field, en la que interpretó a un padre en un doloroso duelo y que le valió varios premios de cine independiente y su primera nominación a los premios de la academia de Hollywood. El motivo por el que este papel fue clave, según él mismo explicó, fue doble, y crucial en dos sentidos: por una parte, porque demostró que podía asumir el peso del protagonista, y segundo, porque interpretó el papel principal como un personaje estadounidense. “Y lo conseguí en las dos cosas”, celebraría posteriormente, si bien vería una segunda nominación al Oscar como un abogado afectado por un terrible secreto en el thriller judicial Michael Clayton, dirigido por Tony Gilroy en 2007 y protagonizado por George Clooney. En esa ocasión, el premio se lo llevó Javier Bardem por No es país para viejos. Además, apareció en Sentido y sensibilidad, la adaptación de la novela de Jane Austen a cargo de Ang Lee, el filme de acción de Guy Ritchie RocnkRolla, o Snowden, de Oliver Stone.