La actriz, que ya fue muy criticada por su papel de comandante japonés en ‘Ghost in the Shell’, desata las iras de actores transgénero que piden una oportunidad
Rocío Ayuso – EL PAIS (6 de julio de 2018)
Cuando Jeffrey Tambor ganó su segundo Emmy por interpretar el papel de la transexual Maura Pfefferman en la serie Transparent lo dijo muy claro. “Dadles a los transexuales una oportunidad. Dadles audiciones. Devolvedles sus historias. Me quedaría contento si soy el último actor cisgénero que interpreta un papel transexual”, suplicó el actor. Dos años más tarde nadie le ha hecho caso. El mejor ejemplo, el escándalo levantado por Scarlett Johansson al aceptar el papel de un transexual en la película Rub & Tug. El filme que dirige Rupert Sanders narra la historia de Dante Tex Gill, transexual que en la vida real dirigió una cadena de casas de prostitución en la década de los 70 y los 80.
Como escribió en su cuenta de Twitter, la actriz Trace Lysette no se enfadaría si contaran con ella para papeles de cisgénero —cuya identidad de género coincide con el sexo que les fue asignado al nacer—, todos esos a los que aspiran actrices como “Jennifer Lawrence o Scarlett Johansson”. Pero como recuerda la intérprete transgénero, “ese no es el caso”. Conocida por su trabajo también en Transparent, Lysette cerró su ataque contra Johansson recordando que los actores cisgénero no solo interpretan y roban “la narrativa y las oportunidades” de los transexuales: “Encima os dais palmaditas en la espalda con trofeos y reconocimientos por imitar lo que vivimos”.
Los ataques de Lysette y otros muchos dirigidos desde la red al nuevo trabajo de Johansson recuerdan esos otros caramelitos interpretativos que recientemente llevaron a otros actores a la gloria. Tambor se llevó no uno sino dos premios Emmy por protagonizar Transparent (en noviembre fue suspendido de su trabajo por las acusaciones de abuso sexual presentadas contra él por una actriz transexual con la que trabajaba). Y en los últimos años Jared Leto consiguió el Oscar en 2014 gracias a su papel como transexual en Dallas Buyers Club, mientras que en 2005 Felicity Huffman se llevó la nominación al mismo por interpretar la transición sexual de una mujer en Transamerica.
Esta no es la primera polémica que le cae a Johansson en su carrera reciente. La intérprete de 33 años es una de las musas de Hollywood, ya sea por sus trabajos a las órdenes de Woody Allen, por esos que interpretó en su infancia y temprana juventud como El hombre que susurraba a los caballos (1998) y Lost in Translation (2003) o por sus más recientes filmes como parte del universo de Marvel.
Pero su carrera no está libre de polémica, especialmente en estos últimos años, donde ya son dos los títulos por los que se ha ganado una fuerte animosidad viral por ofender a las minorías con sus papeles. O como dicen muchos en la red, por hacer carrera de usurpar papeles que no le corresponden ni por raza ni (ahora) por género.
Fuera de la Marvel su último gran estreno fue Ghost in the Shell: El alma de la máquina (2017). En la adaptación en imagen real del famoso título de manga japonés Johansson interpretó al comandante Motoko Kusanagi, un papel que en opinión de los fans debería de haber fomentado la diversidad y ser interpretado por un actor japonés o cuando menos asiático. El filme fue dirigido por Rupert Sanders, ahora también detrás de Rub & Tug.
Tras el anuncio de su próximo trabajo, los ataques virales contra la actriz están siendo tan mordaces que un seguidor le preguntó a Johansson si en su siguiente película pensaba interpretar a un presidente negro de los Estados Unidos. A pesar de la aparente proliferación de papeles para la comunidad transexual, especialmente en la televisión con series como Transparent o Pose, la participación de este colectivo es mínimo. Según el último estudio del Instituto de Medios de la GLAAD, organización que anualmente entrega galardones a aquellos programas que apoyan al colectivo LBGT, la mayor parte de los papeles de transexuales son interpretados por actores que no lo son. Según el mismo estudio, en el último año solo hubo 17 personajes transgénero de manera regular en cualquiera de las series de televisión o streaming en Estados Unidos.