El estreno de ‘Infiltrado en el KKKlan’, la nueva película de Spike Lee, en EE UU coincide con una avalancha de filmes de realizadores afroamericanos y una apertura del mercado
Rocío Ayuso – EL PAIS (16 de agosto de 2018)
Los Ángeles – Además del Oscar al mejor guion original, además de los 225,5 millones de euros en la taquilla mundial, además de hacer historia como ganadora de la primera estatuilla para un guionista afroamericano y la quinta nominación para un realizador negro, Déjame salir se ha convertido en un detonante para un Hollywood en busca de la diversidad. O para un público interesado en otras etnias más allá de la caucásica imperante. Los casi 1.150 millones de euros de Black Panther así lo demostraron a principios de este año en la taquilla mundial. Ahora llega la gran oleada en Estados Unidos: el está aquí para quedarse.
Sorry to Bother You y Blindspotting son los títulos indies del verano en EE UU. E Inflitrado en el KKKlan no solo se llevó el Gran Premio del Jurado en Cannes sino que desde que llegó a los cines estadounidenses el pasado viernes se ha transformado en uno de los mejores estrenos de Spike Lee, tanto en crítica como en taquilla, con 10 millones de euros en su primer fin de semana. Cara a la nueva temporada de premios, el festival de Toronto será la ventana perfecta para The Hate You Give mientras que Steve McQueen (12 años de esclavitud) regresa con Widows y Barry Jenkins (Moonlight) lo hace con If Beale Street Could Talk. “Ocurre cada diez años”, pontificó Lee a El PAÍS. El autor de Haz lo que debas sabe bastante de modas. “Cada década alguien me llama para hablar del jodido resurgimiento del cine negro”.
Más allá de sarcasmo Lee reconoce que esta vez nota algo diferente. Porque en lugar de responder a la acostumbrada pregunta sobre el black power en Hollywood lo que recibió fue una llamada de Jordan Peele proponiéndole Infiltrado en el KKKlan. “Y ahora todo lo que él quiere lo puede hacer”, reconoce Lee sobre el nuevo estatus del realizador de Déjame salir y ahora su productor en Inflitrado en el KKKlan, que se estrena en España el 2 de noviembre.
Tanto el filme de Peele como el éxito de Black Panther han dado la vuelta a los argumentos más manidos en la industria. En lugar de machacar al espectador con temas sociales, ambas han abierto la puerta para otro tipo de historias y géneros. Inflitrado en el KKKlan narra la historia en apariencia increíble aunque real de un policía negro que se infiltró en el Ku-Klux-Klan en la década de los setenta. Sorry to Bother You es totalmente surrealista, mezcla de realismo mágico y ciencia ficción centrada en la historia de un teleoperador negro que triunfa por utilizar una voz de blanco. Una película “provocadora, divertida, irreverente y con significado” según la crítica. Los creadores de Blindspotting, Daveed Diggs y Rafael Casal, también definen su filme sobre los problemas raciales en Oakland como un buddy comedy. “Es una comedia en un mundo intolerante, con humor pero sin ignorar el contexto ”, indican los cantantes del montaje original de Hamilton. Además de buenas críticas (Blindspotting cuenta con un 91% críticas favorables en el agregador Rotten Tomatoes) ambos indies han tenido una recepción decente en taquilla, a la cabeza en sus ingresos por sala. Y ese es el único color que entiende Hollywood: el verde del dólar.
“Black Panther fue una patada en la boca a quienes dicen que las películas de negros no hacen dinero. O que no funcionan en el extranjero. Es un argumento que ya no podrán utilizar en Hollywood”, constata Lee. Y en su opinión -“como bien apuntó Cate Blanchett en Cannes”, apostilla- la necesidad o el hambre por un cine que refleje la diversidad va más allá de las fronteras estadounidenses. “El ascenso de la derecha radical es un hecho mundial, no importa del país que estemos hablando”, recuerda Lee. “La pobreza es pobreza y no entiende de colores o de fronteras”, añade Casal, blanco de piel, descendiente de españoles e irlandeses, pero criado en el corazón negro de Oakland. “En la actualidad los inmigrantes son el chivo expiatorio”, agrega Lee llevando la necesidad de un cine diverso más allá de la comunidad negra.
Un reflejo de esta pluralidad es el estreno de Crazy Rich Asians (Locamente millonarios), la primera producción de Hollywood en 25 años enteramente escrita, dirigida e interpretada por talento asiático. Y la diversidad hispana es cada vez mayor en la televisión aunque en cine siga sin estar definida. “Es la inconsistencia la que nos mata”, advierte Edward James Olmos a EL PAÍS recordando que lleva haciendo “historias hispanas” en Hollywood desde 1981 con Zoot Suit. “Incluso antes. Pero todo depende del público. Si nos apoya, seguiremos avanzando”.
Lee no exageraba cuando al hablar del cíclico resurgimiento racial. El blaxplotation de los 70 vino seguido del cine de pandilleros de los 90 con títulos como Boyz N’ the Hood (Los chicos del barrio) reflejo de una realidad social y cultural. Y el imperio de Tyler Perry marcó el nuevo milenio, aunque su fuerza no cruzó fronteras. “Después vinieron nueve años de sequía”, remata Lee, miembro también de esas idas y venidas. Además, por cada éxito como Black Panther hay un batacazo como el de Un pliegue en el tiempo, que dirigió Ava DuVernay.
Lee insiste: para 2025 –“si no antes”- los blancos serán minoría en EEUU. “Incluso un racista apostará por la diversidad si quiere hacer negocio en Hollywood”, se ríe el director. Como afirma en la revista Variety Peele, que prepara su próximo largometraje, Déjame salir fue una película de género porque a él le interesa el género: “Es lo que busco, en televisión, en cine… Una vía de escape sin que eso cierre nuestros ojos a lo que pasa en el mundo”.