Me toca: “Han Solo es Harrison Ford” por Carlos Infante (ESTRELLAS EN LA NOCHE)

Durante años nos hemos quejado de que Harrison Ford tenía ‘cara de palo’. Ahora, como tantas otras veces ha ocurrido en la historia, se ha cumplido la máxima de ‘otro vendrá que bueno lo hará’. En esta nueva entrega de esta especie de ‘Universo paralelo de Star Wars’, seamos claros una forma como otra cualquiera de explotar la ‘gallina de los huevos de oro’, le ha tocado el turno a la historia de Han Solo antes de conocer a Luke Skywalker y la Princesa Leia entrando en batalla contra las malvadas fuerzas de ‘El Imperio’.

Vista la película poco podemos decir, y menos bueno. Alden Ehrenreich nos hace añorar al legendario héroe y le falta el carisma que sí tiene Ford, que siendo un actor muy limitado, es capaz de llenar una pantalla. Ehrenreich, que lo intenta, parece una caricatura de su predecesor. Ron Howard, que heredó el proyectó de los directores originales expulsados de la película no logra en ningún momento darle ritmo, garra y sobre todo fuerza a una historia que va de eso precisamente. Su trabajo es más funcional y artesano al servicio en una historia narrada de nuevo de forma lineal, donde hasta el uso de los colores parece un desacierto, por no hablar de la incomprensible iluminación del film. Del resto del equipo, tal vez merezca una mención especial Donald Glover que le roba algunos momentos en pantalla al protagonista, lo cual también sucedió en La guerra de las galaxias. La historia se repite.

No me importa si hay alusiones y referencias al western, la explicación de cómo Han Solo logró hacerse con el Halcón Milenario o de dónde nació la amistad entre nuestro protagonista y Chewacca. Nada de esto, ni su primer amor de juventud, justifican una película que sólo supera el lamentable Episodio I y se ubica a la altura de Rogue One entre lo más lamentable de la serie.

Y se preguntarán ustedes ¿No hay nada positivo en la película? En una producción de este calibre es imposible no encontrar nada destacable, pese a que técnicamente tenga fallos como los apuntados del uso de la paleta de colores y la iluminación paupérrima injustificada, demasiado ocre y marrón. Hay momentos de humor logrados de Chewacca, la secuencia del tren está realmente bien filmada y algún vuelo del Halcón Milenario resulta espectacular, pero demasiado poco para las más de horas de película y la serie Star Wars.

En resumen: Han Solo: una historia de Star Wars es una película que se podían haber ahorrado, que no aporta absolutamente nada al aficionado, ni a la trama central de Star Wars, que tiene fallos técnicos impropios de una superproducción y donde su ‘estrella’ Alden Ehrenreich cae abatida por la sombra de su predecesor, por mucho que la intente emular. Si la ven la ven, pero si la ignoran el resultado será el mismo. No perderán absolutamente nada, puede que hasta se ahorren el tiempo.

 

Carlos Infante