Entrevistas con Alicia Vikander sobre el estreno de Tomb Rider

Alicia Vikander: “La industria del cine aún parece un club de hombres”

La actriz sueca da vida a Lara Croft en la resurrección de la saga ‘Tomb Raider’

Gregorio Belinchón (12 de Marzo de 2018)

Madrid – No hace ni ocho años que la sueca Alicia Vikander —a la que le quedan aún siete meses para cumplir los 30— debutó en el cine, y sin embargo parece que lleva toda la vida en el showbusiness. En realidad, sí lleva toda su vida: de niña entró en la escuela del Ballet Real Sueco y más tarde estudió en el American Ballet de Nueva York. Después, el habitual paso por la televisión, y por fin la fama gracias, curiosamente, a dos películas que le llevaron a encarnar personajes reales daneses: Un asunto real (2012) y La chica danesa (2015), con la que ganó el Oscar.

En persona, la sueca resulta ser más natural, pizpireta y libre de mordazas que las estrellas de Hollywood. En Madrid estuvo dos días de promoción (el doble de lo acostumbrado), y así logró tiempo libre para hacer turismo. Asentada en Londres —su pareja, desde el rodaje de La luz entre los océanos, es el también actor Michael Fassbender, y no se permiten preguntas sobre su vida privada—, habitual del cine estadounidense, en abril estrena en España Inmersión, donde la ha dirigido Wim Wenders, y este próximo viernes llega su primer protagonista en una saga taquillera: Tomb Raider, donde resucita a Lara Croft, la heroína nacida de los videojuegos que ya encarnó Angelina Jolie.

Pregunta. Su Lara Croft es muy física, muy cachas, hay poco truco tecnológico.

Respuesta. Venía así en el guion, que se centraba en acciones que podían hacer una mujer. Necesité unos meses de gimnasio, desde luego, y me inspiré en las atletas profesionales. Hice sobre todo boxeo, pensando en ser capaz de filmar todo lo que me pidieran. Como actriz me gusta darle verdad a mis personajes, y para este gané seis kilos de músculo.

P. Decía Will Smith, cuando rodó el biopic Ali, que tanto gimnasio le hizo sentirse un supermacho. ¿Usted se sentía supermujer?

R. Desde luego. El primer día que entré en el gimnasio parecía ir contra la naturaleza. Al final, me sentía muy poderosa. Llegué a estar horas y horas en el gimnasio, y seguí durante el rodaje, por las mañanas antes de que empezar la jornada de filmación. Lo interesante es la energía que sientes. La emanas.

P. Dentro de una producción de este tamaño, con tanta secuencia de acción, ¿aún encontró hueco para defender a su personaje?

R. La escala del rodaje cambia. No te rodean cincuenta personas, sino 300. Tuve suerte, porque he formado parte de este filme desde hace más de dos años, y aunque no fuera productora logré que se escucharan mis opiniones. Todavía no he visto el montaje final, porque ha habido diversas ediciones, pero estoy contenta de haberme hecho valer. Hace dos años monté mi propia productora y quiero centrarme en esa labor. Y en un futuro me planteo dirigir.

“Hace dos años monté mi propia productora. Y en un futuro próximo dirigiré”

P. Con tanto montaje, ¿temió que se perdiera su interpretación? Los actores son el eslabón más débil de un filme, porque el montaje puede cambiarlo todo.

R. Y ahí reside la naturaleza de la actuación en el cine. Aterroriza. Pero en esta y en todas las películas. Normalmente, un director encara el montaje con cinco, seis horas de filmación. Así que fíjate las posibilidades que maneja. Con los años he aprendido a comunicarme mejor con los cineastas, y a colaborar para dar vida en común a un proceso creativo. En fin, como actriz, nunca controlas todo tu trabajo.

P. Entre Willem Dafoe, que dice que es solo un color en manos del pintor-cineasta, y Joaquin Phoenix, que defiende que un actor debe hablar cara a cara con el director, ¿usted dónde se coloca?

“Cualquier ayuda para corregir más rápidamente situaciones injustas es bienvenida”

R. Complicado. En este caso, hablé mucho con el director, y por eso fui formando parte más y más de la producción. Personalmente, siento que una vez que he hecho todo el trabajo previo, tengo que dejarme ir en el plató. Que fluya la actuación, que la información previa quede soterrada en la acción y reacción que se produzca. Pero es cierto que con mi productora me voy involucrando más en todo el proceso fílmico.

P. ¿Hay que tener el Oscar para encarnar a Lara Croft [Jolie también lo ganó]?

R. Es curioso. Me lo dieron después de que firmara por Tomb Raider pero antes de que se hiciera público… ¿Me está diciendo que me dieron la estatuilla para apoyarme con Lara Croft [bromea]?

P. Uno nunca sabe.

R. Cierto [Y estalla en carcajadas].

P. En las últimas décadas ha habido varios momentos en el cine de Hollywood en que parecía que se iba a tomar en serio a las mujeres. Con Thelma y Louise, con la primera saga Tomb Raider… ¿Ahora por fin estamos en la senda correcta?

R. Eso espero. Y por eso es buen momento para Lara Croft. Recuerdo ver de cría a Jolie encarnándola y cómo me impresionó. Creo que por fin los tiempos están cambiando. Yo al menos he podido escoger personajes tridimensionales, no clichés.

P. En Suecia el reparto de las ayudas al cine ha logrado por fin la paridad entre directores hombres y mujeres.

R. Cualquier ayuda para corregir más rápidamente situaciones injustas es bienvenida. Creo que estas subvenciones son buenas. En mi productora estoy buscando mujeres que necesiten mi ayuda. El cine aún parece un club de hombres. Y deberíamos preocuparnos en quién es el o la mejor para un puesto, no como aún ocurre ahora, que se prioriza a lo hombres. Soy feminista, y me siento parte de este cambio. Hay apetito por nuevas historias, por otros ángulos. Escuchemos esa petición.

P. Habla de dirigir. ¿Será pronto?

R. Este año estoy muy ocupada, pero está siendo un proceso natural dentro de mí. Me voy formando, buscando esa historia que sienta que es para mí… Sí, no pasará mucho tiempo.

 


 

Alicia Vikander, la nueva Lara Croft es feminista: “Las cuotas funcionan”

Alicia Vikander: “Espero que mi Lara Croft sea atractiva para hombres y mujeres”

Luis Martínez – EL MUNDO  (16 de Marzo de 2018)

«Soy feminista». Hay declaraciones que determinan una conversación entera. No tanto por original o intrépida como por oportuna. Además de clara. Hasta coherente incluso. Alicia Vikander (Gotemburgo, Suecia, 1988) es, como dice cada una de las fotos que nos rodean, la última protagonista con la que Hollywood quiere convencernos, y hasta convencerse a sí mismo, de que los tiempos cambian. Después de Star wars, La bella y la bestia y Wonder Woman -las tres películas más taquilleras del año pasado y con una mujer al frente- le toca el turno a ella. Desde este viernes, y para lo que queda, ella es ya Lara Croft, la asaltatumbas (eso es lo que significa Tomb Raider) más famosa que ha dado la cultura pop. De otro modo, a la mujer que ganó el Oscar por La chica danesa y sorprendió con su encarnación cerca de lo sobrenatural de algo más que un simple robot en Ex machina le toca ahora interpretar el difícil papel de heroína en el más amplio y adictivo de los sentidos. De otro modo, es hora de hacer caja. En un mundo dominado por hombres, el del cine y el otro, ella está ahí para cambiar las reglas. Y hasta el boxoffice. Ni más ni menos.

La entrevista tiene lugar en Madrid antes de la intervención de Frances McDormand en la gala de los Oscar y, por supuesto, de la manifestación del 8-M. Pero como si no. Célebre por impulsar un manifiesto en su país de origen que quería hacer visible la discriminación de la mujer e en el audiovisual, Vikander insiste en sus principios, en sí misma y, ya puestos, en todo lo demás. Que no es poco.

Empecé a oír hablar de videojuegos cuando tenía nueve años. Pero siempre en diferido. En mi casa no tenía nada parecido a una consola. La primera vez que me llamaron la atención es porque me daban miedo los monstruos, los hombres lobo y todo eso. Y, luego, ya sí, me interesaron en la mitad de la adolescencia. Ahora es hasta cierto punto bastante común que juegen los chicos y las chicas. En mi época era más una cosa sólo de chicos. Yo me recuerdo jugando a Monkey island, Broken sword… Pero nunca he sido una gran jugadora. El problema es que se necesita una cantidad de tiempo increíble.

¿No es contradictorio reivindicar la figura de Lara Croft como un símbolo feminista cuando en realidad lo que ha servido es para excitar a la muchachada?

Quizá eso fue así en los videojuegos estrictamente. Aunque tuvo el mérito de atreverse a plantear una heroína en un mundo dominado por los hombres. En el cine es algo distinto. Cuando Angelina Jolie interpretó a Tomb Raider quizá fue la primera vez que una mujer protagonizaba un blockbuster de acción de estas características. Ahora se habla de Wonder Woman, pero Lara Croft ya estuvo ahí. Por otro lado, tengo claro que es un producto de nuestro tiempo y nuestro tiempo es esencialmente machista. Pero en cualquier caso es importante que abrió el debate e hizo plantearse determinadas cosas de las que ahora estamos hablando.

Sea como sea, quizá es falta de imaginación, pero no me imagino a una mujer jugando a Tomb Raider…

Recientemente visité la empresa donde se hace el videojuego en Silicon Valley y, además de ser todo realmente guay, vi muchísimas mujeres trabajando. Fue emocionante. No me sentí sola.

¿Cuántas mujeres calcula que habría? ¿Eran mayoría?

Vi como 150 o 200 personas y el 40% más o menos eran mujeres. No vi todo, pero sí era representativo y, desde luego, fue una sorpresa.

Buen porcentaje.

Créame. Y es interesante ver también la evolución del personaje a lo largo de los últimos 22 años de historia. Te das cuenta de que también ella se ha adaptado a los cambios sociales.

Me está diciendo que se ha hecho feminista por fin…

Bueno, ahora está más cerca de la esencia del personaje. Es más fuerte, poderosa, decidida… También es atractiva, pero no sólo atractiva como quizá al principio. De alguna manera, también es un personaje que puede inspirar a las jóvenes generaciones. No sólo es sexy. Lo relevante es que poco a poco cada vez es menos sorprendente ver a una mujer como protagonista en una película de acción. Desde cualquier punto de vista.

La pregunta que cabría formularse es si todo es producto de una moda, ahora vende eso, o el cambio es realmente para siempre. A veces da la impresión de que las grandes productoras sólo pretenden un lavado de cara o apuntarse al carro…

Espero que sea para siempre sin duda.

Pero hace un año hablábamos de la diversidad, de la necesidad de películas protagonizadas por negros y ahora parece que eso ya no importa…

No estoy tan segura. Veo Black panther y tengo esperanza. El éxito de esa película es muy relevante. Algo ha cambiado. Pero en una cosa le doy la razón: estamos en el principio, pero soy optimista. Esa vieja creencia de que hay un lugar determinado para la mujer desde que nace, empieza a resquebrajarse. Y sí hace falta hablar de ello y no olvidarse… Está ocurriendo algo. Eso lo tengo claro. Además, lo estoy viendo. En cada vez más proyectos que me llegan veo que la mujer es considerada de manera autónoma y desde muchos más ángulos. La referencia para mí es Kristin Scott Thomas.

¿Se siente o quiere sentirse pionera? ¿El hecho de que sea sueca cree que ha sido determinante para este papel?

La verdad es que cuando llegué a Hollywood no podía imaginar que una película como Juegos del hambre iba a tener el éxito que tuvo. Esa saga sí que fue una pequeña revolución. Eso sí que es un cambio de actitud y hasta de concepto. Y luego hemos visto Atomic blonde, Mad Max, Wonder Woman por supuesto… Veo que cada vez hay más mujeres guionistas. Estamos en que el 90% de los protagonistas son hombres. Eso es así, pero ahora una historia se tiene que plantear preguntas como ¿por qué un hombre? ¿Por qué blanco? Ahora más opciones. En siete años, que son los que llevo, he visto muchas diferencias.

¿Es casualidad que Gal Gadot [protagonista de Wonder Woman] y usted hayan nacido fuera de Estados Unidos? Ella en Israel y usted en Gotemburgo…

Tenemos el mismo entrenador y cuando nos hemos visto nos hemos hecho la misma pregunta: ¿Se puede saber cómo hemos acabado aquí? [rompe a reír]. Bueno, eso también es positivo: el mundo es cada vez más abierto y pequeño. Más global. Crecí pensando que conseguir un Oscar era poco menos que un cuento de hadas. Para mí estar en un festival de teatro era ya un sueño. Imagine todo esto… Resulta algo surrealista incluso.

¿Cree que es necesaria una perspectiva europea para cambiar algo?

Bueno, ese es el secreto del arte. Cada cultura aporta una perspectiva. No creo que la europea sea mejor ni peor, pero sí aporta otro punto de vista y eso puede hacer que las cosas cambien. Cada lengua, por volver al principio, lleva consigo una manera de entender el mundo. Lo peor es repetirse y la manera de no hacerlo es ver cómo hacen las cosas lo demás.

¿Cuánto condiciona su trabajo el actuar en una lengua distinta a su lengua materna?

Creo que ahora puedo decir que hasta me facilita las cosas. Si esta misma pregunta me la hubiera hecho hace siete años… Tengo la impresión de que los pensamientos son mucho más rápidos que el lenguaje y, por un momento, sientes que vas por detrás. Actuar consiste en ser libre, en dejarse llevar de forma instintiva por el personaje. Pensar en lo que tienes que decir ralentiza todo, lo hace más difícil. Por otro lado, el reto hace que tomes consciencia del trabajo. Al final, todo se resume en que necesitas trabajar más y que necesitas más horas de preparación. Tan sencillo.

Su pareja [el actor Michael Fassbender] no es sueco…

Sí, ya no vivo en Suecia y hasta me cuesta hacer las entrevistas en sueco. A todo te habitúas. Mi hermana está casada con un australiano y ha acabado igual que yo por hablar más inglés que sueco. Acabo por construir las frases en sueco pero con la gramática inglesa. Tengo la impresión de que me poseen los dos idiomas. Es como si viviera en un limbo lingüístico realmente extraño. Bueno, eso dura unas horas solamente, hasta que vuelves a ser otra vez tú… Todo lo anterior me hace reflexionar sobre lo rápido que te puedes olvidar de asuntos que creías que formaban parte de ti. Somos más volubles e inconstantes de lo que creemos.

¿Está completamente de acuerdo con el movimiento #MeToo o cree que en su nombre se hayan podido cometer excesos como, por ejemplo, la demonización de Woody Allen?

A veces decisiones drásticas obligan a que las cosas vayan un poco más rápido. En Suecia, por ejemplo, el 50% del dinero público es para mujeres y la otra mitad para hombres. Se reparte por la mitad. La política de cuotas funciona y es una forma de iluminar las cosas y hacer que todo esté en su lugar lo antes posible. Pero todas las mujeres con las que he coincidido alrededor de #MeToo están unidas. No sólo las mujeres, también los hombres, están de acuerdo en que hay mucho por hacer y que es importante abordar cambios. Y eso es lo importante.

¿Cree que la discriminación positiva sueca debería ser una ejemplo para el resto del mundo?

Sería interesante sin duda ver qué ocurre si se aplica en Estados Unidos. No sólo en cuanto a las mujeres, también con los negros. Sería un experimento muy interesante.

La primera heroína después de Ellen Ripley

Hasta Lara Croft, sólo la comandante Ripley (Sigourney Weaver en ‘Aliens’) podía presumir de ser mujer y de haber convertido cada fibra de músculo en taquilla contante y sonante. A Angelina Jolie le tocó ser pionera y hasta símbolo. Los 274 millones de dólares recaudados en todo el mundo hicieron que la primera entrega de ‘Tomb Raider’ fuera la 15ª película más vista del año y el principio de una saga que sólo vería una entrega más. Vikander tiene un reto.

 


 

Alicia Vikander: «Dentro de la feminidad, lo físico es importantísimo»

Lara Croft, la heroína que popularizó Angelina Jolie, se actualiza en una versión más feminista y juvenil de «Tomb Raider»

Fernando Muñoz – ABC (16 de Marzo de 2018)

La Alicia Vikander del mundo real, el que pisó cuando estuvo en Madrid hace escasas semanas, es pequeña, con mirada inocente y sensación de no poder aplastar un mosquito. En la pantalla, por contra, se desenvuelve con fiereza, maneja a los que le rodean y golpea con la fuerza de cien esbirros. Una dualidad que parece compartir su personaje de Lara Croft en la nueva versión de «Tomb Raider» que ahora presentan como un icono feminista alejado de aquella heroína hipersexualizada que saltó del videojuego con Angelina Jolie. También, como una urbanita que vive la realidad de los de su edad: precaria y que se juega la vida repartiendo a domicilio en su bicicleta entre el tráfico de Londres. Y detrás de todo ello, el icono, esa mezcla de Indiana Jones y una diosa Artemisa, con arco pero sin látigo, capaz de resolver los misterios que un ejército entero logra desentrañar.

P – ¿Cuál fue el mayor reto al hacer un personaje que es un icono?

R – Es un personaje que lleva con nosotros 22 años y tienen una gran cantidad de seguidores. Ese es el mayor desafío que piensas cuando te levantas el día después de aceptar el papel. Lara Croft fue una innovación.

P – ¿Y lo que más le interesó de ella?

R – Me encanta ese filme sea la historia de su origen, que puedas seguir el viaje en el que se convierte en la heroína de acción que tan bien conocemos. Pero pienso también que como actriz necesitas descifrar la esencia del personaje y el universo en el que está. Necesitas usar todo eso para empujarte a hacer algo nuevo y no tener miedo de dar al público algo que no han visto.

P – ¿Cómo encuadra interpretar el personaje de Tomb Raider en el feminismo actual?

R – He sido parte del movimiento Me Too. Ha sido maravilloso estar al lado de un montón de mujeres y hombres de la industria hablando de la injusticia que existe no solo en nuestro gremio sino en cualquier entorno laboral. Siento que vivimos tiempos donde hay un hambre real de cambio, la gente quiere historias sobre minorías o mujeres.

P – ¿Echa de menos en el cine de acción más mujeres y no tantas «damas en apuros»?

R – Sí, y en cierto modo Angelina Jolie fue la primera mujer protagonista de este tipo de películas. Está muy bien que las chicas y los chicos crezcan con referentes así. En los últimos años todo ha cambiado, mi personaje no necesita amor ni que nadie que vaya detrás de ella. Es una historia sobre cómo encuentra su camino. Ella dice: “Hay muchas historias de superhéroes, pero yo no lo soy”.

P – Su personaje hace lo mismo que los hombres de acción. ¿No echó de menos dar más protagonismo al hecho de ser mujer?

R – ¿Qué es más femenino? Es un punto de vista personal. Estudié ballet durante ocho años. Dentro de la feminidad, lo físico es importantísimo. Y no por haber visto a hombres hacerlo siempre significa que cuando lo hace una mujer sea un enfoque menos femenino. El enfoque de esta película es más actual que el original. Si preguntas a los jóvenes de hoy qué entienden por femenino, la respuesta será muy diferente a la que te daban hace veinte años.

Pregunta – Ha rodado hace poco con Wim Wenders. ¿Qué prefiere, los rodajes más emocionales como ese o más físicos como «Tomb Raider»?

Respuesta – En este tipo de películas, las escenas de acción se ruedan durante ocho días y las emocionales, en uno. Pero eso no significa que elimine la esencia de la actuación. Si quitamos las escenas emocionales no sería una película. Tú no quieres ver a gente saltando entre edificios, eso no es una historia. Necesitas encarnarla en un personaje.

P – ¿Qué le diría al espectador que vio la película original sobre qué va a encontrar en esta película?

R – Vi las películas cuando salieron y me encanta cómo introducían un personaje femenino en un mundo donde hasta entonces solo había hombres. Tenemos la misma esencia y las mismas emociones de ese personaje, pero nuestro intento ha sido enseñar facetas diferentes y nuevas sobre Lara.

P – Al inicio del filme, su personaje es una joven precaria. ¿Conoce esa realidad o le es ajena?

R – Por supuesto que la conozco. En mi círculo más cercano, a excepción de mi marido, no tengo a nadie que pertenezca al mundo del cine. Sé lo que es eso, también he tenido trabajos precarios, he sido camarera y he vivido en un piso muy pequeño.

Una musa de videojuego

La arqueóloga británica Lara Croft nació en 1996 como protagonista de un videojuego que triunfó en todo el mundo. Pero fue el paso el píxel a la carne de Angelina Jolie en 2001 lo que hizo del personaje un icono reconocido y reconocible.

Desde entonces se han lanzado catorce videojuegos, dos cómics (uno de los cuales sigue hoy día escribiendo el futuro de Lara Croft) y tres películas «oficiales». Una franquicia exitosa que ha hecho millonarios a sus creadores.

Su estética, tanto del videojuego como del propio personaje, se ha convertido en su seña de identidad. Un universo que mezcla arqueología, misterios sobrenaturales y una sensualidad que ya «forzaron» los creadores del videojuego enfatizando su estrecha cintura y generosas caderas y pechos. Incluso cuando la definición de las consolas no permitía más que imaginar lo que insinuaban los puntos. Una sexualización muchas veces criticada.

 


 

Lara Croft apunta a los «millenials»

Alicia Vikander releva a la exuberante Angelina Jolie como rostro de este personaje de videojuego y presenta una protagonista desexualizada que busca a su padre perdido en una isla del Pacífico.

Gonzalo Núñez – LA RAZON (16 de Marzo de 2018)

¿Qué hace una chica como ella en un sitio como ese? Es lo que muchos pensaron al desvelarse el nombre de la nueva actriz protagonista del «reebot» de «Tomb Raider». Y no es ya que a Alicia Vikander la asociáramos solo a la femenina esposa de «La chica danesa» –por la que obtuvo el Oscar– o al cyborg etéreo de «Ex Machina», puesto que ya la habíamos visto en cintas de acción como «Jason Bourne». Sin embargo, ¿Vikander en la piel de Lara Croft? «Yo también me lo pregunté cuando me ofrecieron el papel», confiesa. Y es que el gran público asocia a «Tomb Raider» con las generosas curvas –concretemos, grandes pechos y cintura de avispa– con las que vino al mundo la protagonista inicial del videojuego en 1996 y que Angelina Jolie reflejó en sendas películas en 2001 y 2003. Aquella Lara Croft original fuertemente sexualizada (también en su relación con otros personajes) fue la primera heroína de videojuego que enganchó a los jugadores masculinos y femeninos por igual. Pero está claro que Alicia Vikander, delgada y filiforme, angelical y poco agresiva en su aspecto, no encajaba en aquel arquetipo tan «años 2000».

Una notable evolución

Pero es que Lara Croft también ha evolucionado con los tiempos. En 2013, con gran sagacidad, el desarrollador Crystal Dinamics sacó una nueva versión del videojuego en la que la aventurera perdía en curvas y ganaba en aceptación para los nuevos cánones desexualizados de la industria del espectáculo y el ocio. Lara se hacía «millenial» y Vikander encajaba ya a la perfección en el proyecto de reinicio de la saga que Warner se traía entre manos. «He estado en la compañía de videojuegos y he visto toda la evolución del personaje hasta la nueva versión –explica la intérprete–. La esencia de Lara sigue estando presente en el juego y en la película y creo que eso es importantísimo porque tiene una legión de fans, pero el personaje ha cambiado para adaptarse a los nuevos tiempos. Si preguntas hoy en día a los jóvenes qué creen que es sexy te darían una respuesta muy diferente a hace 20 años. Yo también, cuando vi por primera vez el juego, me pareció absolutamente rompedor que fuese una mujer, una heroína de acción, y eso sigue siendo bueno, pero los jóvenes ahora buscan otras cosas. Mi Lara Croft es más cercana, una chica común que vive en un barrio normal de Londres, con la que te puedes identificar».

El «Tomb Raider» de Roar Uthaug es ante todo, dice Vikander, «una vuelta al origen, a la esencia» de la saga, antes de que Lara Croft tuviera que empuñar el arco y la flecha. Allí descubrimos cómo esta joven de familia aristocrática pero que vive en Londres modestamente tras la desaparición de su padre en una isla del Pacífico sobrevive trabajando como repartidora con una bicicleta y soñando con ganar dinero para buscar a su progenitor, pues está segura de que sigue vivo. Una serie de pistas la pondrán en camino a Hong Kong, donde dará comienzo una aventura repleta de acción y arqueología.

«Ahora hay muchas películas de acción y de superheroínas protagonizadas por mujeres –asegura la actriz sueca–, pero lo que me gustó de esta cinta es que se trata de una chica normal buscando su camino en la vida. Me gusta el enfoque que le han dado los guionistas y el director». Una revisión que, dice, se desvía sin romper del todo con las dos películas protagonizadas por Angelina Jolie: «Al ver sus interpretaciones hace años en la gran pantalla me impresionó mucho esa heroína que mostraba, pero solamente acepté hacer este personaje al ver el nuevo enfoque. Son películas que tienen el mismo universo y el mismo personaje y pueden coexistir. Yo creo que la gente solo las va a comparar antes de verlas, no después».

Aunque «Tomb Raider» está pensada para un público masivo –los dos filmes previos recaudaron más de 400 millones–, Vikander y el equipo de producción es consciente de que el aval de los numerosísimos fans de la saga de videojuegos es necesario para triunfar. Una aceptación que el exitoso lanzamiento del juego en 2013 parece facilitar. «Es precisamente para y por los jugadoresque queremos hacer justicia a Lara Croft. Eso al principio era un gran peso para mí, pero estuve hablando mucho con el director y el equipo sobre la esencia del personaje y cómo mantenerla. Cuando haces una nueva película tienes la responsabilidad de no fallar a los fans, por eso buscamos un nuevo ángulo, una historia que desarrollar para sorprenderles, pero manteniendo muchas cosas reconocibles».

Menos efectos especiales

Entre esos ganchos están, desde luego, las persecuciones con aroma de videojuego aunque con menos efectos especiales que sus predecesoras, el atuendo de Indiana Jones femenina que ha hecho famosa a Lara Croft, la arqueología y la exploración, el recuerdo del padre como figura tutelar y maestro y un sinfín de ítems. Eso sí, no esperen la rotunda apariencia de la Jolie y el aire de peligro inminente de sus ojos felinos. En este caso, Lara Croft no viene con los deberes hechos de casa sino que a lo largo de la película la veremos adiestrarse y adquirir aptitudes para ser la intrépida aventurera que conocemos. De hecho, en las primeras escenas el espectador asiste a la paliza monumental que propinan a Vikander en un ring de boxeo de un gimnasio de barrio.

La secuencia no se aleja mucho de la realidad experimentada por la actriz para ponerse al día físicamente. Deporte, deporte, deporte: esa ha sido la premisa de la actriz. Deporte y dieta especial para ganar músculo: «Yo soy de constitución pequeña y tuve que prepararme mucho, pero al ser un personaje tan distinto a mí, el hecho de transformarme ayudaba a alejarme de mí misma y acercarme al personaje para darle vida. Queríamos que las escenas de acción fuesen lo más creíbles posible y que me enfrentara a las dificultades de Lara en la cinta. Así que tuve que ganar seis kilos de músculo, que se consiguen en cuatro meses de mucho trabajo y luego en cambio se pierden en pocas semanas. Tuve que comer mucho, que es algo que no sabía que me iba a tocar hacer y es muy duro. También entrené el tiro con arco, la escalada, el boxeo, la bicicleta…». Confiesa que su pasado como bailarina le ha ayudado en la disciplina y el entrenamiento, hasta el punto de que, a pesar de la dureza de la preparación, «lo he disfrutado mucho».

Y es que el mundo de la acción es nuevo para Vikander. Su experiencia en «Jason Bourne» fue más testimonial en lo físico que otra cosa. Pero en «Tomb Raider», donde la cámara no se despega de ella, tuvo que hacer frente a los retos propios de este tipo de cine. «He estado metida en todas las escenas de acción en esos 100 días de rodaje. Por ejemplo, en las secuencias del avión en el río, que fueron ocho semanas en distintas localizaciones. Me intrigaba saber cómo se hacían este tipo de trabajos y cuando ves el montaje de la película y cómo todo funciona resulta increíble». Cada escena de acción, añade, «es como una coreografía. Todo está medido hasta el más mínimo detalle, incluso la lucha más absurda y corta». En eso, asegura, también le ha servido la experiencia acumulada como bailarina en el pasado, antes de ser la mujer de Oscar y la heroína de acción que ahora es.

 


 

Alicia Vikander: “Mi Lara Croft no necesita que nadie vaya detrás de ella”

La actriz sueca protagoniza la nueva entrega de la saga ‘Tomb Raider’ con un personaje de acción muy valiente y nada sexual

Olga Pereda – EL PERIODICO (16 de Marzo de 2016)

 

Madrid – Alicia Vikander, fibrosa y menuda, iba para bailarina. Una lesión en el pie truncó su carrera cuando tenía solo 16 años. Colgó las zapatillas y dirigió su mirada a la interpretación, profesión heredada de su madre. Protagonizó algunas series de televisión en su país natal (Suecia) pero el cine le tiraba más, así que se mudó a Londres para formarse y curtirse. Todavía no ha cumplido los 30 años y la actriz sueca ya está considerada como una estrella de Hollywood que también sabe moverse en el cine independiente (‘Inmersión’, de Wim Wenders). En el 2016 ganó el Oscar por ‘La chica danesa’. Ahora, se pone en la piel de la mayor heroína de videojuegos.

Vikander ha abandonado su actual residencia en Portugal, donde vive con su marido, el también actor Michael Fassbender, y ha viajado a Madrid para promocionar ‘Tomb Raider’, una nueva entrega de la saga que, en su día, protagonizó Angelina Jolie. La Lara Croft de Vikander -que jugó al primer videojuego de ‘Tomb Raider’ cundo tenía 10 años’- es infinitamente menos sexual. Es una chica que abandona su precario trabajo y se embarca en una aventura peligrosa para saber algo más de su desaparecido y magnate padre; una rica heredera que quiere ganarse a pulso su puesto en la vida. Saboreando una Coca-cola ‘light’ con mucho hielo, la actriz se sienta con la prensa y habla de mujeres, cine y acción.

Su personaje no es ninguna damisela en apuros.

Por supuesto que no. Ya fue rompedor, en su día, ver a Angelina Jolie en la primera ‘Tomb Raider’. Crecí viendo esas películas y creo que ambos personajes, el de Jolie y el mío, pueden coexistir perfectamente. Está muy bien que los jóvenes crezcan con imágenes así. Es una pena que sea la excepción, aunque esto está cambiando en los últimos años. Mi Lara Croft no necesita amor, ni que nadie vaya detrás de ella. Es una historia que habla de los orígenes del personaje y nos cuenta su viaje personal. Ella misma afirma que no es una superheroína. Representa una realidad más cercana. Es alguien que crece y madura. Creo que el espectador le cogerá cariño porque es una chica normal que busca su camino. Podría vivir en una mansión y tener todas las comodidades, pero prefiere enfrentarse a la vida. La película está basada en el videojuego del 2013, en el que Lara Croft era más joven, más humana, más real y más aventurera. Es, de hecho, el videojuego más vendido de toda la saga.

¿Cómo ha sido su preparación física?

Enorme y durísima, porque mi personaje es muy físico y, además, salgo en todas las escenas menos en una. Al principio de la película Lara Croft trabaja como mensajera y recorre la ciudad en bicicleta. Después hace de todo, como saltar en mitad de una tormenta de un bombardero japonés. Soy pequeñita y quería hacer justicia al personaje, así que me fijé en los atletas y en los dobles que he conocido a lo largo de mi carrera. Gané seis kilos de músculo. Tardé cuatro meses en cogerlos y es una lástima porque los he perdido en cuestión de semanas. Además de practicar deporte muchas horas al día también comí muchísimo. Trabajé codo a codo con un entrenador personal y creo que hicimos un buen trabajo. Mi personaje escala, así que tenía que ser capaz de levantar mi propio peso, algo que, al principio, no podía hacer. El entrenamiento fue salvaje. Practiqué todo tipo de deporte: tiro con arco, boxeo, escalada y natación. Disfruté porque tengo un pasado como bailarina. Todo el equipo quería escenas muy realistas y me empleé a fondo.

“¿Lo físico es menos femenino? Creo que no. Rodando esta película me he sentido muy empoderada”

Esta nueva entrega no se olvida del humor.

Es que es un drama, pero también una película de entretenimiento. A veces está bien ir al cine para olvidar tu vida y disfrutar de una aventura. Hay que dar al espectador momentos de tregua para que lo pase bien. Mi personaje me gusta, entre otras muchas cosas, porque es ingeniosa y sabe poner buena cara a todo lo malo que le está pasando.

¿Le pesa mucho la responsabilidad de representar a un icono del videjuego como Lara Croft?

Me pudo más la emoción que la responsabilidad cuando me lo propusieron. Es un gran honor. Al día siguiente de haber aceptado pensé: “Dios, con la legión de fans que tiene el videojuego”. Por eso todo el equipo visitó la compañía de los videojuegos. Queríamos encontrar la esencia del personaje y entender por qué tiene tantos seguidores. Hemos querido aportar cosas nuevas y frescas. Hemos insistido mucho en su lado humano. Creo que es algo que a la gente le gusta mucho, saber qué hay detrás de las personas que ve en pantalla.

Habrá quien le reproche que su personaje se comporta exactamente igual que un hombre.

Ese punto de vista es muy personal. He estudiado ballet durante nueve años y admiro a las personas con trabajos físicos. ¿Lo físico es menos femenino? Creo que no. Rodando esta película me he sentido muy empoderada. Si salimos a la calle y preguntamos a gente joven qué es femenino nos darán respuestas muy diferentes a las que nos podían haber dado hace 20 años. Durante mi entrenamiento, he practicado artes marciales y boxeo solo con mujeres, unas verdaderas profesionales y unas tías muy duras y estupendas que podían, incluso, con tíos. Todo muy ‘cool’. Mi personaje tiene que sobrevivir y protegerse a sí misma. No es solo fuerte sino, además, inteligente.

Cuando le llegan guiones, ¿espera encontrar mujeres fuertes?

Soy feminista y busco papeles interesantes. Pero, ¿qué es una mujer fuerte? Es curioso, porque eso jamás se diría de un hombre.

La vemos al inicio de la película con un trabajo mal pagado como mensajera. Usted es una estrella de Hollywood. ¿Conoce esa realidad?

Por supuesto que sí. En mi círculo más cercano, a excepción de mi marido, no tengo a nadie que pertenezca a esta industria. Sé lo que es eso, también he tenido trabajos precarios, he sido camarera y he vivido en un piso muy pequeño.

Vivimos un momento en el que Hollywood ha dejado claro que hacen falta más mujeres que escriban y dirijan películas.

Sí, sí. Faltan mujeres guionistas y directoras en esta industria. Sigue siendo excepcional ver una película protagonizada por una mujer. Sobre todo las de acción. No obstante, las cosas están cambiando poco a poco. Ahí tenemos ‘Los juegos del hambre’ o ‘Wonder woman’. Películas así están haciendo que el público comience a pensar diferente y a que haya más oportunidades. Son pequeños pasos, pero soy optimista porque ambos filmes, además, han tenido éxito comercial. Ahí está el reto, hacer películas artísiticamente interesantes y con buenos resultados de taquilla.