¿Cómo se hizo En la playa de Chesil (Chesil Beach) dirigida por Dominic Cooke?

Inglaterra, 1962. Florence y Edward, tienen poco más de 20 años. Ella de clase media alta, él de clase baja. Inocentes, vírgenes y enamorados cuando aún no se había publicado el primer LP de los Beatles y “El amante de Lady Chatterley” estaba prohibido, se casan y van a pasar su primera noche de bodas a un hotel, junto a la famosa Chesil Beach. Lo que sucede esa noche, entre sus palabras y sus silencios, cambiará sus vidas para siempre.

Los orígenes de En la playa de Chesil

“Chesil Beach”, es una de las novelas británicas más aclamadas del siglo. Publicada en 2007 fue nominada al premio Booker Prize, cosechando excelentes críticas y convirtiéndose en un best seller. Pero como suele ocurrir en el mundo del cine, han pasado varios años desde que se ha podido trasladar el libro a la gran pantalla. La productora Elisabeth Karlsen se interesó en una posible adaptación cinematográfica mucho antes de la publicación de la novela. “El agente literario de Ian me envió una copia del libro”, recuerda Elisabeth. “Y pensé: esta hermosa historia me atrae. La simplicidad de la narración y la claridad de las emociones. Vi el retrato de una joven mujer en un momento histórico determinado, y lo que éste significaba para ella – la definición de sus ambiciones creativas y los inicios de su vida sexual. La búsqueda de su propio ‘yo'”. Elisabeth contactó de nuevo con el agente literario de Ian, Stephen Durbridg, y le dijo: “Me gusta. Estoy interesada”. Pero, él tenía malas noticias para ella: el director Ang Lee estaba dispuesto a rodar la película. “Desde la distancia”, Elisabeth recuerda, “observé una sucesión de productores, productoras y directores. Somos una pequeña comunidad, al final escuchar cosas. Y los años pasaban”.

Llegó el 2015 y se encontró celebrando el veinticinco aniversario de BBC Film, habló de nuevo con Durbridg y le preguntó: “¿Qué ha ocurrido con ‘En la Playa de Chesil?” y él le respondió: “No ha ocurrido nada. ¿Por qué? ¿Quieres hacerla?” Y le respondí: “¡Por supuesto!” Y un año después estábamos rodando. Ian McEwan ya había escrito el guion de ‘En la Playa de Chesil’: “Empecé unos años antes, escribiendo para Sam Mendes. Pero languideció. Este tipo de películas son difíciles de financiar. El proyecto pasó por dos o tres productoras, y me di por vencido. Me había hecho a la idea de que la película no se iba a realizar y me dediqué a otros proyectos”.

Fue entonces cuando Durbridge mencionó el interés de Elisabeth y en palabras de McEwan: “Ella resucitó el proyecto”. Bajo la productora Number 9 Films, Elisabeth y su socio Stephen Woolley han sido responsables de algunos de las producciones más distintivas de los últimos años – entre las que se incluyen “Su Mejor Historia”, “Carol” y “Los misteriosos asesinatos de Limehouse”. “Mi carrera está definida por proyectos que me apasionan, aunque no siempre de forma inmediata. Las ideas aparecen. Siempre ocurre lo mismo con ellas – se te meten en los huesos. Cuando van contigo, piensas que deberías hacer algo con ellas”.

Para “En la Playa de Chesil”, ella sondeó solo un par de directores – uno de ellos era Dominic Cooke, uno de los directores teatrales más eminentes de Reino Unido, que había sido director de arte del Royal Court y director asociado del Teatro Nacional. En ese momento, había dirigido la trilogía histórica de Shakespeare, “The Hollow Crown”, para la BBC. “Era una gran admiradora de Dominic, siempre había querido trabajar con él. Habíamos hablado sobre un par de ideas, pero por diferentes razones no habían funcionado. Mientras “The Hollow Crown” estaba en post-producción, le envié el guion de “En la Playa de Chesil”. Dominic respondió de inmediato y me dijo que estaba interesado y nos teníamos que reunir. Entonces me reuní con Ian, que estaba nervioso porque había pasado bastante tiempo. Es normal tener una sensación de ansiedad. Pero él y Dominic conectaron, e Ian sintió que se podía confiar en Dominic para hacer la película”. “Dominic habló con él sobre algunos cambios que tenía en mente sobre el guión, y trabajaron conjuntamente en el guión”. “No había leído “Chesil Beach” cuando se publicó”, afirma Dominic Cooke. Leí antes el guión que la novela”.

Cuando comparó las dos, se sorprendió de lo pragmático que había sido Ian McEwan con la adaptación: “Es muy específico sobre los personajes y el lugar. Estaba impresionado como había extraído la esencia de la novela y la había trasladado al guión. Transmite la importancia de cómo las personas hablan, y no hablan, de sexo… Quedaba muy claro cómo los dos jóvenes estaban afectados por la época en la que vivían”. Con el entusiasmo unánime del equipo de producción por Saoirse Ronan y Billy Howle, los dos jóvenes actores que interpretarían a los protagonistas, “En la Playa de Chesil”, estaba lista para empezar a rodarse.

El Casting – Saoirse Ronan

La posibilidad de interpretar otro personaje creado por Ian McEwan era una delicia para Saoirse Ronan: “¡Me gustaría interpretar un personaje de él cada diez años!”, dice entusiasta. “Ian describe a las mujeres con una habilidad increíble, proporcionándoles una perspectiva redonda”. Saoirse reconoce que el personaje de la pequeña Briony en “Expiación” y Florence en “En la Playa de Chesil” tienen diferentes personalidades: “Pero, una vez más, aborda los problemas de la presión social a la que están sometidos los jóvenes, sin importar en qué época hayan sido educados, cómo tienen que ser o cómo han de comportarse. Es un tema que Ian siempre trata como escritor”.

Saoirse siente que Florense era un personaje difícil y fácil de interpretar: “Debido a mi amistad con Ian, quería honrar el trabajo que él había realizado. Es un narrador increíble que escribe con mucha sensibilidad”. “Él pinta un cuadro, pero sabe que el cine es diferente a la literatura, y te da libertad y espacio para hacer al personaje tuyo. Es de gran ayuda tener una pieza tan bien escrita. Él sabe exactamente quiénes son y sabe cómo puede ayudarte como actor”. “Billy y yo habíamos trabajado juntos previamente, en “The Seagull”, una película basada en la obra de teatro de Chéjov, y sentí que me habían quitado un gran peso”. Continúa Saoirse, “Fue un trabajo duro. Habíamos rodado un drama histórico en seis semanas, lo que nunca es fácil. Y para mí, era el final de un año lleno de trabajo. Doce meses antes, había hecho la gira de prensa de “Brooklyn”, terminando con la época de premios. Inmediatamente después comenzaron los ensayos de mi primera obra de teatro “Las Brujas de Salem”, que implicaba volar de nuevo a Nueva York, Londres y Los Ángeles los fines de semana.

Entonces empezó Lady Bird, una comedia indie estadounidense dirigida por Greta Gerwig, en la que es la protagonista: “Terminamos un sábado, y empezamos ‘En la Playa de Chesil’ el lunes. Fue gran parte de mi vida. Estaba rodeada de personas geniales, pero me estaba quedando vacía. No tenía energía, entonces llegó el equipo de ‘En La Playa de Chesil’ y fue un placer. Supuso un bautismo de fuego. Dom me dijo: “Si puedes con todo esto, puedes con cualquier cosa”.

Una de las partes que más disfrutó Saoirse fue la decisión de Dominic de hacer que las escenas del hotel y la playa, se alargarán sin ningún corte. “Ésto siempre es bueno para los actores porque en la vida real no hay cortes ni descansos. En la secuencia de la playa, él hizo quince tomas, como si fueran una escena continua”. Ella admite que sentía que estaba actuando en una obra de teatro: “Era genial para mí, porque había hecho “Las Brujas de Salem” meses antes. Billy había tenido un entrenamiento teatral, y por supuesto, Dom venía del teatro. Fue un salto de fe para Dom, pero él confiaba en sus actores y su director de fotografía. Se sentía capaz de hacer que las cosas fluyeran y se alargarán más de lo normal en un rodaje.

Saoirse sintió que interpretar a Florence con el acento inglés le ayudó con el personaje: “el acento dice mucho sobre la sociedad y la clase en la que crece y se educa una persona, cómo interactúas con las personas y cómo de reservadas o avanzadas son”.

Dominic Cooke les dió a sus actores principales un resumen de 1961-1962 donde “incluía la música, la comida y el miedo por la bomba atómica”, dice Saoirse. Ella investigó la vida de la virtuosa del violín Jacqueline du Pre, quien había tenido una vida similar a la de Florcence (coincidentemente Emily Watson, que interpreta a la madre de Florence, fue nominada al Oscar por su personaje de du Pre en la película “Hilary and Jackie”, en 1998).

Saoirse guarda recuerdos imborrables de “En la Playa de Chesil”: “Era increíblemente difícil caminar. Pero absolutamente hermoso. Es un lugar impresionante donde Ian decidió situar la novela. La parte física, y la relación que la playa tiene con la tierra y el agua que le rodea es peculiar. Cómo la franja de tierra se adentra en el agua y ésta queda aislada. Tuvimos que coger un bote para llegar allí”. “No había baños, ellos tuvieron que instalar un mitad-baño, mitad-tienda de campaña. Era un poco desagradable, si soy sincera, ¡y había mucho viento! Estábamos contentos de volver a la playa, pero al mismo tiempo, ser capaces de rodar en la localización real fue muy útil”.

El Casting – Billy Howle

Billy Howle fue uno de los candidatos para interpretar a Edward, haciendo el casting en Londres: “Fue divertido, aunque no supe nada del equipo hasta mucho después. Y entonces fue todo inesperado. Saoirse estaba haciendo una obra de teatro en Nueva York, me enviaron a allí para hacer unas escenas con ella. Yo no había visto a Saoirse en un año, desde que habíamos trabajado en “The Seagull”. Estar allí con ella hizo que el proceso fuera agradable. La historia de Ian y el guión eran una excelente materia prima para convertirse en un proyecto realmente atractivo”. Billy añade: “Era obvio desde la audición, incluso sin saber nada de Saoirse en un año, que había química entre nosotros, y un sentimiento de libertad que solo nace de la confianza real, no solo como actores, también como personas, como seres humanos confiamos el uno en el otro. Era natural y rápido trabajar juntos de nuevo. Es totalmente necesario en una historia como ésta. Desgarradora. Por lo que puedes imaginar que lo hacía más intenso”. “Saoirse es una actriz impresionante. Admiro su trabajo desde hace mucho tiempo. Me siento afortunado de que nuestros caminos se hayan cruzado, en especial en una película como ésta”.

Billy había rodado previamente “El sentido de un final”, basada en la novela de Julian Barnes, contemporáneo de Ian McEwan. El tono y el periodo histórico es similar, por lo que ambas historias tienen que lidiar con los cambios de la sociedad británica de la época. Pero “En la Playa de Chesil” dice Billy: “tiene un nivel emocional absolutamente intenso”.

Billy admite que estaba intrigado en la personalidad de Edward, pero añade: “Intento no juzgar a ningún personaje duramente. Trato de tener en mente qué lleva a las personas a comportarse de una manera tan desagradable”. “Hay una inocencia en Edward, él no está dispuesto a pelear. Tiene aspectos de un adolescente hormonal, eso seguro, pero Edward, tiene un montón de ira que viene de la indignación. Entonces, si alguien que le importa se ve perjudicado, en ese punto toda la ira e indignación aparece”.

Billy estaba fascinado por la época de la historia: “Era un tiempo de inocencia. Aún no habían estallado los años sesenta. Los gustos musicales de Edward (es un gran fan de Chuck Berry), viene la influencia del rock’n roll y de la cultura liberal americana. Hay pequeños detalles de ello en la película. Pero aún no ha despegado. Por lo que hay una dicotomía en la historia, en la que Edward está en desacuerdo con el mundo en el que vive”.

Billy siente al mismo tiempo cierta intriga por la playa de Chesil: “Hay algo en la costa, y en esa playa, que permanece intacta. Sin contaminación humana. Es lo más cerca que puedes estar de un lugar cien por cien natural”.

El Director

Aunque Dominic Cooke es reconocido como uno de los directores británicos más eminentes de la esfera teatral “En la Playa de Chesil” supone su debut como director cinematográfico. Pero siempre se ha sentido ajeno a la industria cinematográfica: “Mi padre era editor cinematográfico, y yo trabajé editando, siendo testigo del proceso creativo”. Dominic, después, dirigió la trilogía de Shakespeare “The Hollow Crown” para la BBC, siendo ésta un éxito. “En la Playa de Chesil” ha sido su gran salto al campo cinematográfico, teniendo siempre las ideas claras sobre el estilo y tono de la película: “La primera etapa de trabajo fue con Suzie Davies (‘Mr. Turner’), la diseñadora. Supongo que ésto me viene del teatro, donde la diseñadora es siempre tu primer colaborador. Conversamos mucho sobre la idea de que los dos personajes principales se encontraban en la época equivocada, sintiéndose fuera de lugar.

El mundo en 1962 estaba estancado tal y como el universo de Edward. Ésta se convirtiendo en la idea visual principal en la que queríamos llevar la película. Queríamos crear un contraste con la naturaleza, cómo se sentían en casa cuando estaban en ella. Ésta idea nos proporcionó una paleta de colores. Queríamos sentirnos en el momento antes de que todo estallara. Era el año anterior del primer albúm de Los Beatles. Pero antes, debían volver a 1952. Era el sentimiento que le queríamos dar a la película”. Dominic también conversó con Sean Bobbitt (’12 años de esclavitud”) sobre cómo querían que la película fuera rodada: “Habíamos visto muchas películas de ese tiempo, una de las que más me interesaron fue “Vidas rebeldes” de John Huston, rodada el mismo año en el que se sitúa “En la Playa de Chesil”. A pesar de que no es una película perfecta, lidia con personajes que no encajan en la sociedad y tiene un maravilloso tratamiento de la naturaleza. Huston solo hacía un corte o dos, o ninguno.

Estaba interesado en mostrar el sentimiento de la época, pero también intentaba que la historia se captara con la cámara, no con la edición. A Sean le atrajo la idea, por lo que vimos muchas películas de la época. “Lawrence de Arabia”, de David Lean, que fue rodada ese mismo año. “Hiroshima mon amour”, “Un sabor a miel”. Recuerdo que una vez Hitchcock dijo: “El cine nunca se recuperará de la invención del sonido. Antes, cada plano contaba una historia, desde entonces, la mayoría de las películas solo son parlanchinas”. Las personas no piensan demasiado en los planos. Por lo que esta idea se convirtió en algo primordial para nosotros. Sean, Suzie y yo planeamos cada plano de cada escena, por supuesto. Para escenas largas necesitaríamos los suficientes. Era un reto interesante. Y también decidimos rodar en 35 mm para dotarla de la esencia de la época. Lo que hace que te centres debido a que tienes un recurso finito, es decir, no puedes depender de la cámara. Tienes que pensar de modo diferente. El equipo usó distintas paletas de colores y tiros de cámara para los tres espacios del filme: la casa de la familia Ponting, donde Florence creció; la casa de la familia de Edward, los Mayhews; y las escenas entre la joven pareja en el hotel y la playa”. “En los Pontings, cada cosa permanece estática, simétrica y ordenada. El hogar de los Mayhews es caótico, por lo que dábamos diferentes viajes con la Steadicam a cuestas, mostrando el mundo de afuera, mientras que en la casa de los Pontings todo permanece cerrado. En el hotel intentamos ser específicos con lo que sucedía en cada momento. Estábamos interesados en adentrarnos en el juego de Edward y Florence. La escena en la que están sentados en la mesa es bastante formal. Queríamos mostrar el equilibrio entre cómo se comportan y lo que sienten, y cómo esos sentimientos pueden estallar. Añadimos planos de las manos y los pies porque el cuerpo suele revelar los sentimientos de una persona”. Dominic cree que Florence y Edward intentaban ser adultos, el reflejo de sus padres. “En ese sentido el hotel es el mundo de los Pontings. Te puedes imaginar que están de vacaciones allí, y que el padre ha reservado el hotel, sin que los jóvenes tengan noción de sus propios deseos o derechos. Creo que era lo que Ian quería contar sobre esta época y de dónde venimos como país”. Durante el rodaje, se votó el referéndum a favor del Brexit y Donald Trump fue elegido presidente.

Dominic ve paralelismos con la historia de Ian: “Hay una nostalgia tóxica de la historia. Queríamos darle a la película un elemento extra. Queríamos dar otra versión sobre el pasado”. “El cine británico tiene una relación peligrosa con el pasado, que no fue tan glorioso para la mayoría de las personas que vivieron en los cincuenta. El cine británico ha sentido demasiada nostalgia por una era que no fue perfecta”. Si bien la película de Ian McEwan es fiel a la novela, se hicieron cambios en el guión durante el rodaje: “Muchos flashbacks fueron cambiados de orden”, dice Dominic. “Los agrupamos juntos de manera diferente. Había una lógica emocional que empezaba a revelarse, y queríamos estar seguros de que el público no se haría preguntas que les sacara de la trama principal”.

Dominic siente una afinidad con sus dos principales colaboradores, Sean Bobbitt y Suzie Davies: “Ambos están interesados en ser fieles. Nunca hacen nada por estética. Todas las elecciones visuales vienen del significado de la escena. Es lo que realmente me gusta de su trabajo. Suzie siempre dice que es difícil diseñar (una escena) cuando no te gusta como se muestra. Y por supuesto, la habitación de hotel debía verse como un lugar al que alguien quisiera ir”. “Requiere mucho coraje para un diseñador no hacer las cosas según tu estilo. Lo mismo ocurre con Sean. Él no está interesado en tiros de cámara llamativos. Hay que tener en cuenta siempre: ¿Dónde estamos en la historia? ¿Cómo estamos contando la relación de los dos protagonistas? Todas nuestras elecciones de localización y la elección de planos se basan en ello – por mucho que prefiramos que todo sea bonito”.

Dominic cree que hay dos temas principales en la película: “Es sobre personas que han nacido en la época equivocada. Y sobre las terribles decisiones que definen nuestras vidas. Ian está obsesionado por los momentos que dan forma a nuestra vida. La película se centra en lo accidental de nuestros nacimientos y en cómo ésto nos define. Si Florence y Edward hubieran nacido unos años más tarde…” Dominic recuerda que la música fue grabada en el Estudio 2 de Abbey Road, donde los Beatles grabaron Sgt. Peppers. “Me hizo pensar en los cambios sorprendentes que tuvieron lugar en los años sesenta. No hay nada comparable. Los sesenta fueron una década importante para los derechos, la igualdad…”

 

EnlaplayadeChesil (9)

EnlaplayadeChesil (9)
Imagen 1 De 17