La productora Esther García, Premio Nacional de Cine

La galardonada espera que el galardón dé visibilidad “a mis compañeros de profesión y sobre todo a las mujeres”

Gregorio Belinchón – EL PAIS (8 de septiembre de 2018)

Pocas personas son más queridas y respetadas en el cine español que la productora Esther García (Cedillo de la Torre, Segovia, 1956). Y por eso que el jurado del Premio Nacional de la Cinematografía correspondiente a 2018 la haya elegido para ese galardón ha sido muy aplaudido por la industria. Por su buen carácter y por su capacidad inmensa de trabajo. De ahí su currículo, que empezó a engrosar como asistente en Sé infiel y no mires con quién, y que ha completado con más de treinta años en la empresa El Deseo, de los hermanos Almodóvar, donde empezó como asistente de dirección de producción. Meticulosa, amante de estar a pie de obra (“Eso se me ha quedado de mis primeros años: si veo una silla descolocada la muevo. Mezclo tareas, no puedo evitarlo”, cuenta), así ha logrado cuatro goyas: tres como directora de producción por Acción mutante, Todo sobre mi madre y La vida secreta de las palabras, y otra como productora por Volver.

A García el premio, que recogerá el sábado 22 de septiembre en el festival de San Sebastián, le ha pillado, cómo no, trabajando en el rodaje de Dolor y gloria, de Pedro Almodóvar. En la jornada 39 de 46 días de filmación. Desde la ladera del monte donde se asienta El Escorial, al noroeste de Madrid, la productora reflexiona por teléfono entre cables y alejándose de la localización: “Soy la primera en ganarlo, eso dicen, sí. Creo que en los últimos años han aparecido muchas mujeres productoras que se han sumado a veteranas como Cristina Huete, Rosa García, Beatriz de la Gándara o yo misma. Ahora hay un número mucho mayor. Sé que lo que voy a decir no está bien visto, pero me parece que las mujeres estamos dotadas para esta labor por una cosa de ADN. Llevamos tantos años con la mano izquierda tan desarrollada como la derecha… Si además, como pasa últimamente, tenemos más opciones para formarnos, luego podemos ejercer esta profesión con más alegría, talento, intuición y capacitación”.

El jurado defiende en su fallo: “Esther García cuenta con una trayectoria de más de 30 años en ámbito nacional e internacional. Ha desarrollado un modelo de producción asociado a la independencia autoral y es muy activa en el impulso de nuevos directores. Igualmente ha destacado en coproducciones, especialmente con Latinoamérica”. Cierto. El Deseo no produce solo los filmes de Almodóvar, sino que cada año suele realizar otra película. Así, Esther García ha producido a creadores como Isabel Coixet, Lucrecia Martel, Pablo Trapero, Guillermo del Toro, Damián Szifrón o Álex de la Iglesia. En ese ramillete de cineastas hay varias realizadoras. “Nosotros buscamos por encima de todo el talento, y que la historia nos guste y como empresa estemos cómodos con el proyecto. Queremos cierta afinidad. Dicho eso, hemos tenido mucha suerte en este periplo porque hemos podido hacer muchas cosas con mujeres y los resultados han sido estupendos”, recuerda. Y de ahí García pasó a los agradecimientos: “Desde luego a Pedro y a Agustín, porque me han hecho crecer, dado todas las oportunidades del mundo tanto para acompañarles como para desarrollar otros proyectos. También doy muchísimas gracias a Cristina Huete, que confió ciegamente en mí y me dio autonomía. Y recuerdo a Álex de la Iglesia porque cuando hicimos Acción mutante, aquella película tan difícil, aprendimos juntos. En España no se había hecho nada así, y sentí cómo nos apoyábamos mutuamente el director y la productora”. Finalmente a su familia: “Porque ellos soportan en parte la dureza de esta profesión”.

El anuncio del premio no paró el rodaje de Dolor y gloria. “Cuando acabe la jornada a las 21.30 traeré gambas y champán, eso sí”. Y recuerda la llamada del ministro de Cultura que le dio la enhorabuena. “Yo me había alejado para hablar con él, y según me iba acercando con el móvil en la mano, algún medio ha dado la noticia. Toni Novella, el director de producción, en el momento justo en que han dado por buena la toma, ha gritado: ‘¡Un momento, un momento!’. Y lo ha contado. Ha habido mucha alegría. Antonio [Banderas], que lo ganó el año pasado, me ha abrazado, como Agustín. Y Pedro se ha emocionado”.

La productora no se ve fuera de El Deseo: “Estoy en el mejor sitio posible. Aquí tengo la libertad de elegir los proyectos, la posibilidad de financiarlos… y me siento cómoda. ¿Podría emprender una carrera otro sitio? Sí, pero no tengo la necesidad”. Para García, el galardón tiene un valor añadido: “Espero que este premio dé visibilidad a otros miembros de los equipos de cine que hacen posible las películas. Porque mucha gente no sabe quiénes son los artífices de un filme, y la profesión de productor es de las menos visibles. Más aún, a las mujeres”.

A García aún le dio tiempo a recordar un momento al fallecido Ceesepe. “El cartel que hizo para La ley del deseo está siempre en el despacho de Pedro… Qué pérdida más tremenda. Ha llevado su enfermedad con absoluta discreción”.