Me toca: “Ethan Hunt no es James Bond” por Carlos Infante (ESTRELLAS EN LA NOCHE)

Sexta ocasión en que Tom Cruise se mete en la piel de Ethan Hunt y enésima demostración de su nula calidad como actor. Una vez más, y ya he perdido la cuenta de las veces que van, asistimos a una interpretación monocorde donde la estrella de Hollywood (la realidad no se puede negar) repite las mismas expresiones y gestos que en toda su filmografía (al menos en la últimas dos décadas), sin cambiar un ápice su registro con independencia del papel que interprete o del momento que atraviese su personaje. Siempre es la misma expresión marmórea e inalterable (hasta corre de la misma forma que siempre) con que nos viene aburriendo en las últimas dos décadas. Por suerte para el espectador, como ya sucediera en Barry Seal, Cruise no es capaz de arruinar la película.

Puede que la clave resida en el director Christopher McQuarrie (el primero en repetir en la franquicia y que además se ha ocupado del guión) que ha sido capaz de montar un espectáculo de acción entretenido, bien estructurado, con un guión bastante decente para el género que nos ocupa, y demostrando que conoce su oficio y sabe hacer una película de acción con los ‘climax’ adecuados, bien ubicados, e in crescendo, hasta en desenlace final muy conseguido y realmente espectacular, aunque el metraje se le haya ido un poco de las manos.

Pero hay una ‘pega’ adicional que ponerle a esta sexta entrega de Misión Imposible y es que Ethan Hunt no es James Bond. Son personajes completamente diferentes y la película juega a ser una entrega más de la serie Bond en demasiadas ocasiones, cuando para empezar el personaje central no es un asesino profesional como el protagonista de la más longeva saga de la Historia del Cine. Hay varios momentos que parece que estamos ante un ‘nuevo Bond’ lo que rompe con la esencia del personaje y de la propia franquicia.

También debemos citar el trabajo del cuadro artístico que rodea al protagonista, donde cada uno cumple con su cometido perfectamente, y que puede ser la segunda razón por la cual se salva la película. Desde Henry Cavill, felizmente alejado de su lamentable Superman, hasta Rebecca Ferguson, que parece consolidar su personaje en la serie, pasando por los rostros ya habituales. Todos componen un atractivo destacable y un valor de la película, como también lo aportan los escenarios en que ha sido filmada.

Termino y resumo: Pese a la presencia de Tom Cruise, a quien no le niego el mérito de interpretar ciertas escenas de riesgo e involucrarse hasta donde es capaz en la película, pero que como actor resulta nulo, Mission: Impossible – Fallout es un digno producto de entretenimiento que logra su objetivo: más de dos horas de evasión y acción, que si bien pueden ser excesivas, tampoco molestan. Me ha resultado una película entretenida (no tiene otras ambiciones u objetivos) y estoy seguro que hará las delicias de los seguidores del cine de acción y exaltará el entusiasmo de los fans del ‘no actor’ y de la franquicia. No es un mal resultado.

 

Carlos Infante