¿Qué fue de Hilary Swank, la oscarizada actriz de ‘Boys don’t cry’ y ‘Million dollar baby’?

La intérprete de Nebraska alcanzó la fama con 25 años, pero tras lograr su segunda estatuilla dorada su estrella se apagó

Astrid Meseguer – LA VANGUARDIA (20 de Agosto de 2018)

Barcelona – El nombre de Hilary Swank fue el no va más durante unos años en Hollywood. Ganó dos premios Oscar a la mejor actriz antes de cumplir los 31 por Boys don’y cry y Million dollar baby, dos películas que le dieron la gloria y el reconocimiento de la crítica, pero poco después fue diluyendo su participación en películas trabajando tanto en papeles de protagonista como de secundaria en algunas producciones que ya no resaltaban su indudable talento interpretativo.

Ya hace un tiempo que su carrera pareció esfumarse casi por completo, así que vamos a hacer un repaso a su trayectoria personal y profesional para averiguar qué ha sido de una de las actrices más excepcionales de su generación.

Nacida el 30 de julio de 1974 en Lincoln, Nebraska (EE.UU.) en el seno de una familia compuesta por una madre secretaria y un padre viajante, por sus venas corre sangre alemana, inglesa, escocesa y mexicana. De pequeña ya destacaba como brillante deportista. Era muy atlética y llegó a competir en las Olimpiadas Junior en natación.

Cuando sus padres se divorciaron, estuvo viviendo durante un tiempo en un coche junto a su madre en Los Ángeles hasta que pudieron alquilar un apartamento. Le encantaba el teatro e intervino en varias obras del colegio, ya que su máxima ilusión era llegar a ser actriz. En una de sus actuaciones fue descubierta por la productora Suzy Sachs, quien le consiguió el papel de Mowgli en una producción de El libro de la selva.

Hilary Swank junto a Philip Schneider en Park City

De las tablas dio el salto a la televisión y apareció en diversos capítulos de series populares como Harry y los Henderson, Los problemas crecen o Sensación de vivir. En el cine debutó en el papel de Kimberly en Buffy, la cazavampiros (1992), al lado de Kristy Swanson y Luke Perry, pero la popularidad le vino a raíz de su personaje de Julie Pierce en El nuevo karate kid (1994), una versión femenina de la exitosa saga Karate Kid en la que también colaboró Pat Morita. Swank consiguió el papel tras un duro casting al que se presentaron cientos de jóvenes.

La actriz no tuvo mucho donde escoger durante los años siguientes y se tuvo que conformar con intervenir en modestos telefilmes como el drama adolescente Verano de terror (1996) , el thriller Sueños de muerte (1997) o Juramento mortal (1997). Su gran golpe de suerte le vino cuando la debutante directora Kimberly Peirce estaba buscando a una actriz para recrear la trágica vida de Brandon Teena, un chico transgénero que fue brutalmente asesinado a los 21 años en uno de los crímenes de odio que más conmocionaron a la opinión pública de Estados Unidos en la década de 1990.

Peirce tuvo claro que Hilary era la actriz ideal para meterse en la piel de Teena. Se cortó el pelo al cero por orden de la realizadora y vistió como un chico durante un mes antes de empezar a rodar la película, haciéndose pasar por el hermano de su marido en aquella época, Chad Lowe.

Formar parte de Boys don’t cry supuso un gran esfuerzo y una dedicación absoluta. “En los días libres de rodaje, llegaba a casa y me ponía faldas y maquillaje…, pero al mirarme al espejo sólo veía a un ser andrógino”, declaró.

Pero su entregado trabajo en la gran pantalla tuvo su recompensa. Ganó el Globo de Oro a la mejor actriz dramática y fue nominada al Oscar junto a pesos pesados del celuloide como Meryl Streep, Annette Bening y Julianne Moore. La otra intérprete en la lista era la actriz y escritora inglesa Janet meter. Finalmente fue el de la desconocida Hilary Swank el nombre que leyó en el sobre Roberto Benigni.

Se suele hablar mucho de la maldición del Oscar. Y lo cierto es que no le llovieron propuestas realmente interesantes durante unos años. Accedió a participar en el reparto de la cinta de intriga Premonición (2000); el drama de época El misterio del collar (2001); acompañó a Al Pacino y Robin Williams en el Insomnio (2002) de Christopher Nolan y actuó junto a Patrick Swayze en una historia de destinos cruzados que llevaba por título 11:14 – Destino fatal (2003).

Hilary Swank junto a Clint Eastwood en ‘Million dollar baby’

Cuando pensaba que no le llegaría de nuevo otra oportunidad como la de Boys don’t cry, Clint Eastwood pensó en ella para protagonizar el relato de una joven camarera que sueña con ser boxeadora en la excelente Million dollar baby (2004).

El papel de Maggie Fitzgerald -que en un principio estaba destinado para Sandra Bullock pero lo acabó rechazando para protagonizar Miss agente especial 2 – era un bombón pero también requería un fuerte sacrificio y una gran forma física: entrenó duro para resultar convincente como boxeadora y además consiguió ganar 10 kilos de músculo.

El boxeo era para la protagonista el único camino para salir de la miseria personal a la que se había visto abocada. De nuevo, la dedicación absoluta de Swank convenció a la Academia y se hizo con su segunda nominación y segundo Oscar por otro personaje extremo que se ganó el corazón del público y la crítica.

Igual que ocurrió tras ganar su primera estatuilla, tener un segundo premio en casa no hizo que recibiera más guiones importantes, eligió papeles insustanciales y acabó encadenando un fracaso tras otro. Brian de Palma la reclamó para un pequeño papel en La dalia negra (2006) y al año siguiente la vimos en tres producciones muy distintas. Fue una profesora de lengua que daba clases en barrios marginales en la película basada en hechos reales Diarios de la calles; una misionera cristiana que pierde la fe en La cosecha y una joven viuda obsesionada con unas cartas que le había escrito su difunto marido en la romántica Posdata: te quiero, basada en la novela de Cecilia Ahern.

Swank vino a España a presentar la película ‘La cosecha’

Se convirtió en la legendaria aviadora estadounidense Amelia Earhart en el biopic Amelia (2009), un proyecto personal que fue un rotundo descalabro de taquilla, pese a la presencia de Richard Gere y Ewan Mcgregor en el reparto.

Otro papel en el que se pudo lucir fue al lado de su amigo Sam Rockwell en el drama real Betty Anne Waters (Conviction) donde encarnaba a una camarera divorciada y con dos hijos que estudió derecho para salvar a su hermano de la cárcel. Encarnó a la víctima de un obseso que la asediaba en La víctima perfecta (2011) y a una mujer que produce un espectáculo en el Times Square de Manhattan en la cinta coral Noche de fin de año, de Garry Marshall.

La crítica alabó su trabajo junto a Tommy Lee Jones en el western Deuda de honor (2014) en la piel de una mujer solitaria que vive en un remoto pueblo del Medio Oeste. Luego desapareció del mapa cinematográfico durante casi tres años. ¿El motivo? Hace unos meses explicó en el programa The Late Show with Stephen Colbert que dejó de lado su carrera durante una larga temporada para estar al lado de su padre enfermo. “Aquellos de vosotros que no lo sepáis, mi padre tuvo que someterse a un trasplante de pulmón”, explicó. “Es posiblemente la operación más difícil y dura a la que una persona puede someterse, así que quiero agradecer a todos los que son donantes de órganos porque están salvando vidas”.

Tras la mejoría que ha experimentado su progenitor, Swank ha regresado al séptimo arte casi de incógnito. Ha tenido un breve papel en La suerte de los Logan, una película de Steven Soderbergh que pasó sin pena ni gloria por la cartelera española, pese a tratarse de un ejercicio brillante. Sin embargo, este año viene con las pilas cargadas: en el festival de Toronto estrenará What they had, donde debe lidiar con el Alzheimer de su madre (Blythe Danner) y formará parte de la producción australiana de ciencia ficción I am mother.

Hilary también ha sucumbido, como muchos otros actores, a la llamada de las series de televisión y ha fichado para Trust, de HBO, una serie basada en hechos reales que narra los secretos más oscuros de la familia Getty, una de las más ricas y poderosas de Estados Unidos. En ella interpreta a Gail Getty, el mismo personaje que hizo recientemente Michelle Williams en Todo el dinero del mundo, de Ridley Scott.

Pero Swank no solo está interesada en su carrera como actriz. Dedica parte de su tiempo a viajar a diferentes países pobres como India y Etiopía para ayudar en la construcción de orfanatos y escuelas. Además, ha creado Hilaroo, una fundación benéfica que une a niños y animales y ha sacado al mercado su propia línea de ropa deportiva, que lleva por nombre Mission Statement.

Respecto a su vida privada, Swank siempre se ha mostrado muy discreta. Con Chad Lowe, hermano de Rob Lowe, estuvo casada ocho años (1997-2006). Posteriormente, ha estado unida sentimentalmente a su exagente John Campisi, el francés Laurent Fleury y al extenista colombiano Rubén Torres, con quién llegó a estar comprometida. Desde hace año y medio sale con el productor Philip Schneider.