El actor canadiense presentó en Madrid la segunda entrega del héroe más «egoísta»: Deadpool
Lorena López – ABC (8 de mayo de 2018)
Ryan Reynolds vuelve a ponerse las mallas de Deadpool para repetir la hazaña que ya consiguió junto a su equipo con la primera entrega: «divertirnos sin pensar ni un momento en las consecuencias», tal y como aseguró el actor canadiense en Madrid durante la presentación de la secuela, que se estrenará el próximo viernes 18 de mayo. «Nunca he encontrado un personaje con el que conecte tanto como lo hago con Deadpool y que me deje ser tan libre», añadía. «Deadpool» consiguió posicionarse como la película para «no recomendada para menores de 18 años más taquillera de la historia –con una recaudación de más de 620 millones de dólares en todo el mundo– por «no tener un pelo en la lengua». «Con esa calificación nos podemos permitir no tener filtros, así que decidimos ser macarras y decir lo que nos diera la gana. Además, Deadpool se atreve a decir cosas que muchos estamos pensando y había que seguir aprovechándolo», confesó Reynolds, que también es guionista y productor de la cinta. Así lo han vuelto a hacer, aunque el resto de los guionistas tuvieron que censurar un chiste sobre «Frozen» que el actor había escrito: «Ahora me alegro de que lo hiciesen».
En «Deadpool 2» no solo se podrá ver a ese «idiota disfuncional que se ríe de sí mismo», y al que Coloso tiene que salvar en repetidas ocasiones, mientras intenta salvar a un joven superhéroe; también presentará a Cable, un personaje que han «vendido» como el villano de la película, pero que aquellos que hayan leído algo del entorno de este peculiar superhéroe sabrán que esconde algo más. «Un héroe tan particular necesita a un “malo” que sea peculiar», apuntó Josh Brolin, que da vida a este «antihéroe», y quien también interpreta a Thanos, de «Vengadores: Infinity War». «Es divertido hacer cosas así; parece que este tipo de películas no requieren interpretación, pero yo veo que piden más concentración, más imaginación y más convicción», dijo el californiano, quien aseguró estar «feliz de recibir llamadas para hacer cintas de superhéroes a los 50 años». «Ya solo me interesa pasármelo bien en el rodaje».
La «amenaza» de Disney
Si a Deadpool no podemos tomarlo completamente en serio, a Ryan Reynolds tampoco. Disney compró FOX en diciembre de 2017 –por 52.400 millones de dólares– y desde entonces el actor «anda con más cuidado que nunca». «No sé si Disney decidió comprar FOX solo por poder tener a Deadpool en su equipo. Me sentiré afortunado solo con poder seguir haciendo películas. Lo que sí me asusta es que Disney envíe a alguien disfrazado de Mickey Mouse para asaltarme a la vuelta de la esquina y que ese sea mi último recuerdo», bromeó en un tono de voz más parecido al del superhéroe que al del actor. Pese a las bromas, Reynolds estaría dispuesto a hacer una versión para todos los públicos si la productora se lo pidiese. De momento, aún tiene que ver si la secuela de «Deadpool» funciona tanto como la primera.